La actividad física regular proporciona beneficios para la salud inmediatos y a largo plazo. Estar físicamente activo puede mejorar la salud de su cerebro, reducir el riesgo de enfermedades, fortalecer sus huesos y músculos y mejorar su capacidad para realizar las actividades cotidianas.
Ahora bien, muchas personas recomiendan hacer ejercicio, pero no hay un manual que indique qué tanta actividad es necesaria. Especialmente cuando se busca bajar de peso.
Lo más importante es que la actividad física reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares y diabetes más allá de los riesgos producidos por la reducción de peso solamente.
Para mantener su peso: Realice hasta 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada cada semana. Podría caminar a paso ligero 30 minutos al día, 5 días a la semana. O podría hacer 75 minutos de actividad aeróbica de intensidad vigorosa cada semana, como nadar vueltas en la piscina.
La cantidad exacta de actividad física necesaria para mantener un peso saludable varía mucho de una persona a otra. Es posible que necesite más del equivalente a 150 minutos de actividad de intensidad moderada a la semana para mantener su peso.
Para perder peso y no recuperarlo: Necesitará una gran cantidad de actividad física a menos que también ajuste su dieta para reducir la cantidad de calorías que consume y bebe. Alcanzar y mantenerse en un peso saludable requiere actividad física regular y un plan de alimentación saludable.
Una vez que tenemos esto claro, ¿cómo saber cuál es el ritmo de actividad física que estás realizando?
Moderada: Si al realizar la actividad física su respiración y ritmo cardíaco son mucho más rápidos pero aún puede mantener una conversación, probablemente es una intensidad moderada. Por ejemplo:
Caminata rápida (una milla en 15 minutos).
Trabajo moderado en el jardín (rastrillar, embolsar hojas o pasar la cortadora de césped).
Mover una cantidad moderada de nieve con pala.
Jugar en forma activa con niños.
Andar en bicicleta a un ritmo de paseo.
Imagen de un jugador de soccer
Vigorosa: Si su ritmo cardíaco se acelera sustancialmente y tiene que respirar muy fuerte y rápido para poder mantener una conversación, probablemente es intensidad vigorosa. Por ejemplo:
Trotar o correr.
Nadar.
Patinar en ruedas o en línea a un ritmo acelerado.
Esquiar a campo traviesa
La mayoría de los deportes de competición (fútbol estadounidense, baloncesto o fútbol).
Saltar la cuerda.
Con información de CDC
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