El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, señaló que «no es prudente» proyectar el segundo semestre de 2023, como una línea determinada por el comportamiento del semestre anterior.
Asimismo, comentó que los factores que explican la contracción de consumo de este año están vinculados fundamentalmente a la crisis de flujo de caja «generada por los eventos de corrupción en PDVSA, los intentos de rebolivarización de la economía que generaron el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) y las limitaciones de movimiento de las cuentas en dólares de la Banca local».
Sobre la crisis de flujo de caja, apuntó que las acciones económicas correctivas aplicadas en PDVSA, sobre el control de sus exportaciones y cobranzas, reducen significativamente el impacto negativo sobre el segundo semestre.
«La entrada de divisas producida por Chevron ha permitido compensar parcialmente el problema y el suministro de divisas semanal ha mejorado significativamente, lo que permite prever un mayor margen de maniobra para la estabilización cambiaria», sumó.
Dijo que esto no quiere decir que la moneda se estabilizará totalmente, «pues estando claramente sobrevaluada, la presión de devaluación seguirá vigente y en algún momento de este año se manifestará».
«Pero su evolución es más controlada y sus movimientos menos bruscos que en agosto y noviembre de 2022. Es evidente que las condiciones del segundo semestre serán mejores que las del primero», explicó.
Con información de Banca y Negocios
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