El príncipe Enrique, duque de Sussex, revela en su libro autobiográfico que se vio obligado a aceptar la «descarada mentira» de ser el padrino en la boda de su hermano mayor, el príncipe Guillermo, y Kate Middleton, en 2011, informa la prensa británica.
El hijo menor del rey Carlos III y Diana de Gales asegura que lo obligaron a representar dicho papel en la boda real para evitar el escrutinio de la vida de los dos amigos más cercanos de William, James Meade y Thomas Van Straubenzee. En la ceremonia, el duque de Sussex acompañó a Guillermo muy de cerca, como cualquier padrino de boda.
«Willy no quería que diera un discurso de padrino«, escribe Enrique, aclarando que en su lugar fueron Meade y Van Straubenzee quienes leyeron el tradicional discurso en la recepción. Otra de las revelaciones hechas por el príncipe concierne a los momentos previos a la boda, donde asegura que su hermano mayor estaba «borracho con el ron de la noche anterior».
Horas antes de la ceremonia, recuerda que le dijo al príncipe Guillermo: «hueles a alcohol» y le ofreció unos caramelos de menta para el aliento.
RT
SuNoticiero