El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió contra la Corte Suprema este viernes tras una decisión que le impide avanzar con las deportaciones masivas de un grupo de inmigrantes venezolanos en el norte de Texas bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798.
En una votación de siete contra dos, el máximo tribunal bloqueó temporalmente la medida argumentando que los migrantes no habían tenido el tiempo suficiente para impugnar legalmente su deportación, pero devolvió el caso a un tribunal de apelaciones para una evaluación de fondo.
“La Corte Suprema de Estados Unidos no me permite hacer aquello para lo que me han elegido”, expresó Trump en su red social Truth Social.
Acusó a los jueces de facilitar la permanencia de personas que, según él, son asesinos, narcotraficantes, pandilleros e incluso individuos con trastornos mentales, al requerir que pasen por un proceso judicial antes de ser expulsados del país.
“(El tribunal) acaba de dictaminar que los peores asesinos, narcotraficantes, pandilleros e incluso aquellos con problemas mentales que ingresaron ilegalmente a nuestro país no pueden ser expulsados sin pasar por un proceso legal largo, prolongado y costoso, que posiblemente tomará muchos años por persona y que les permitirá cometer numerosos delitos antes siquiera de ver un tribunal”, escribió.
El republicano, conocido por su retórica antimigrante, suele acusar sin pruebas a los migrantes de ser delincuentes y los considera criminales por haber entrado en el país sin visa o autorización.
“El resultado de esta decisión permitirá que más criminales entren en nuestro país, causando un gran daño a nuestro querido pueblo estadounidense”, añadió.
Sin embargo, la política migratoria estadounidense permite las expulsiones de migrantes sin tener que usar la ley del siglo XVIII.“¡Éste es un día malo y peligroso para Estados Unidos!”, concluyó.
AFP