La inhabilitación de María Corina Machado y la imposibilidad de inscribir como candidata presidencial a su sustituta, Corina Yoris, desató una reacción hasta ahora impensable: las críticas directas del presidente colombiano, Gustavo Petro, hacia el gobierno de Nicolás Maduro.
Como un “golpe antidemocrático” calificó Petro las inhabilitaciones administrativas contra Machado y su equipo, que, según las encuestas de opinión, cuenta con intención de votos de al menos 50 puntos frente a unos 20 de Nicolás Maduro para las presidenciales del 28 de julio.
El mediador entre Maduro y la oposición
Petro, quien se limitó -al menos directamente- a cuestionar lo que sucedía en Venezuela, aunque Machado le había solicitado en reiteradas oportunidades su mediación, al ser considerado en la arena internacional como el mediador ideal entre Maduro y la oposición; ahora sorprende con una postura que es compartida por los principales líderes de la región, entre ellos el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el de México, Andrés Manuel López Obrador, y los gobiernos de Estados Unidos, Uruguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Paraguay, Perú y la Unión Europea.
Si bien hasta ahora ninguna figura del chavismo se ha pronunciado oficialmente por las sorpresivas palabras de Petro, EL TIEMPO consultó en Caracas a una fuente diplomática que aseguró que “no hay inconvenientes entre los dos gobiernos”, sin hacer más comentarios.
«Su opinión tiene tanto peso dentro del mundo de la izquierda»
Parece ser que de momento el gobierno de Maduro no estaría interesado en trastocar las relaciones bilaterales ante el baldazo de agua fría que le lanzó su homólogo colombiano.
Solo el presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, lamentó las posturas de los presidentes Petro y Lula Da Silva, al comentar en su red social el fin de semana: «Métanse sus opiniones por donde les quepan».
Desde la perspectiva del politólogo venezolano Daniel Arias, las palabras de Petro tienen un significado de bastante relevancia dentro y fuera de Venezuela.
“El presidente de Colombia es un líder político que nadie puede acusar de ser derechista, por eso es que su opinión tiene tanto peso dentro del mundo de la izquierda. De hecho, como él fue afectado por una situación parecida a la de María Corina Machado, es absolutamente indefendible la posición del gobierno de Venezuela”, explica. Agregar que “el problema de las posiciones administrativas electorales venezolanas es que se han vuelto indefendibles”.
Con información de El Tiempo