Desde la pandemia de COVID-19 cada vez es más común el uso de las redes sociales como medio para captar víctimas para la trata de personas, alertó el Comité para la Eliminación de Discriminación en Contra de la Mujer (Cedaw por sus siglas en inglés), reseña Crónica Uno.
“La pandemia nos volcó a la virtualidad y esa virtualidad fue aprovechada por las redes de trata para realizar estos contactos”, explicó Estefanía Mendoza, coordinadora general de Mulier Venezuela.
La captación de víctimas a través de las redes sociales para la trata de personas puede tener como finalidad la explotación sexual, que no solo se traduce en prostitución forzada también en generación de contenido sexual explícito, pornografía infantil y en distintas formas de esclavitud moderna.
Mendoza resaltó que el enlace con las víctimas no se realiza únicamente por una oferta engañosa de estudios, trabajo, academias de modelaje o reunificación familiar, también con la creación de perfiles falsos para el cortejo y el enganche emocional.
Estrategias en redes sociales
Los miembros de las redes de trata de personas se valen del “enamoramiento” en las redes sociales como una de las estrategias. Verónica Mesa, investigadora de Mulier Venezuela, dijo que los tratantes se aprovechan de la información personal compartida en estas plataformas para hacer lectura de los gustos, aspiraciones, ilusiones y poder así convertirse en esa versión de “romance que verdaderamente se desea”.
El tratante intenta enamorar y ganarse la confianza para que intercambien –en lo que las víctimas creen que es una relación– material o contenido sexual personal explícito.
Como consecuencia de enviar material íntimo, las víctimas reciben amenazas de que será publicado y son obligadas a hacer otras cosas, o son llevadas a lugares para ser explotadas fuera de la virtualidad, coincidieron las expertas.
Otra forma de captar personas es través de la búsqueda de perfiles o víctimas con características específicas. Mendoza detalló que en ciertas comunidades se hizo el hallazgo de grupos de Telegram, o WhatsApp, que funcionan para agrupar fanáticas de algún artista famoso en particular; allí las segmentan por edades y luego las contacta una persona que se hace pasar por ese artista.
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