A pesar de que las autoridades colombianas informaron el mes pasado de que Colombia experimentó la “primera disminución de población” venezolana en una década, los expertos indican que más bien es una “estabilización” del fenómeno migratorio, y que puede deberse a que los venezolanos ya no buscan radicarse en los países de Suramérica, como Colombia, sino que prefieren dirigirse a Estados Unidos.
Según Migración Colombia, el país registró su “primer declive” de población venezolana en una década, durante el período entre 2022 y 2023, en el cual se observó una reducción del 1,10 %, equivalente a 32.000 personas.
Durante la sesión de la Comisión Accidental de Seguimiento al Restablecimiento de las relaciones con Venezuela, celebrada en el Congreso el pasado 21 de febrero, el director general de Migración Colombia, Fernando García, afirmó que esta población venía incrementándose desde 2014 a 2022, pero que la reducción es “significativa porque es la primera vez en 10 años donde la cifra de un año para otro se reduce”.
En entrevista con la Voz de América, Ronal Rodríguez, investigador y vocero del Observatorio de Venezuela en la Universidad del Rosario de Colombia, explicó que “todavía no se puede hablar de una disminución”, especialmente porque en la zona de frontera, entre Colombia y Venezuela, los flujos migratorios diarios “son de aproximadamente 35.000 a 72.000, en los pasos fronterizos”.
No obstante, enfatizó en que sí es interesante el hecho de que, por primera vez, no crezca la migración venezolana en el país y haya un “cambio de flujo” migratorio, que lo atribuye al proceso de “estabilización de la diáspora venezolana” en Colombia, fundamentalmente porque los migrantes venezolanos están prefiriendo seguir hacia Estados Unidos por la peligrosa ruta de la Selva del Darién o por la isla de San Andrés.
Txomin Las Heras, investigador y presidente de la asociación de venezolanos Diálogo Ciudadano, explicó a la VOA que esa ruta se alimenta tanto de “gente que puede estar saliendo del propio territorio venezolano”, pero también de migrantes venezolanos que están en Colombia y en otros países de América del Sur, y que, debido a “que no han podido integrarse”, buscan otras oportunidades.
Significa, según Rodríguez, que “si bien todavía hay movimiento migratorio de Venezuela de salida, ya no ven a Colombia como un objetivo, como un país donde radicarse”.
Sin embargo, enfatizó Las Heras, es un país va a seguir teniendo un “impacto migratorio” pues si bien los migrantes no desean quedarse en Colombia, pasan de tránsito y este “puede durar días o meses”.
¿Influyen las relaciones bilaterales?
En un comunicado de Migración Colombia, García resaltó que “este declive refleja los resultados de la política de reanudación de relaciones implementadas entre Colombia y Venezuela, y otros fenómenos relevantes», como la reanudación de relaciones con Brasil o la flexibilización de sanciones por parte Estados Unidos.
Migración Colombia también resaltó la habilitación de los pasos fronterizos.Para Rodríguez, coordinador del Radar Colombia Venezuela y de la Bitácora Migratoria, en alianza con la Fundación Konrad Adenauer, estas no son condiciones que favorezcan el retorno de venezolanos a su país: “Todo lo contrario. Lo que hemos encontrado es que la población que ha regresado a Venezuela se percata de que la recuperación que se le había prometido… y están saliendo nuevamente”.
Por otro lado, el gobierno colombiano, “particularmente el presidente Petro, ha asumido la narrativa del régimen venezolano que habla de la crisis como el resultado de las sanciones internacionales y eso no es cierto”, afirmó Rodríguez. Y señaló que la apertura de fronteras sí ha mejorado la condición a las personas que viven en las zonas de frontera pero no significa que por eso los migrantes “estén regresando”.
Opinión que comparte Las Heras, pues para él no ha habido ninguna política de retorno que se haya podido desprender del reinicio de la relaciones bilaterales.
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