El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, descartó este jueves un alto el fuego en la guerra contra el grupo islamista palestino Hamás y afirmó que su país no pretende gobernar ni ocupar la Franja de Gaza una vez termine el conflicto.
«Un alto el fuego con Hamás significa rendición», dijo a la cadena estadounidense Fox News, al explicar que no existe un «calendario» para la ofensiva militar.
«Creo que el ejército israelí se está desempeñando excepcionalmente bien», señaló.
Israel ha prometido destruir a Hamás después de que ese grupo lanzara una incursión desde Gaza el 7 de octubre, en la que murieron 1.400 personas, en su mayoría civiles, y capturara a unos 240 rehenes, según las autoridades israelíes.
Los bombardeos aéreos de represalia y la ofensiva terrestre de Israel han matado a más de 10.800 personas en Gaza, en su mayoría civiles y muchos de ellos niños, según el Ministerio de Sanidad de ese territorio palestino controlado por Hamás.
Netanyahu dijo que Israel no tiene planes de permanecer en Gaza a largo plazo: «No buscamos gobernar Gaza. No buscamos ocuparla, sino que buscamos darle a ella y a nosotros un futuro mejor».
Preguntado por su plan para el futuro de Gaza, dijo que el empobrecido y bloqueado territorio debe ser «desmilitarizado, desradicalizado y reconstruido».
«Tendremos que encontrar un gobierno, un gobierno civil que esté allí», añadió, sin detallar quién podría formar esa administración.
Añadió que las fuerzas israelíes tienen que permanecer preparadas para volver a entrar en Gaza y «matar a los asesinos». «Eso es lo que impedirá el resurgimiento de una entidad similar a Hamás».
El ataque del 7 de octubre y el conflicto posterior se produjeron cuando Israel se acercaba a un acuerdo de paz con Arabia Saudita, basado en los llamados acuerdos de Abraham que normalizaron los lazos con varios países árabes.
Netanyahu insistió en que este conflicto no torpedeará ese esfuerzo diplomático y que las condiciones estarían «maduras» para reanudar las negociaciones después de que Israel destruya a Hamás.
EFE