Miguel Cabrera afirmó, tras su último encuentro este domingo como jugador profesional, haber tenido un día inolvidable junto a su familia, compañeros de equipo y toda la fanaticada que se dio cita en el Comerica Park de Detroit, en Estados Unidos.
En declaraciones posteriores con los medios, el venezolano dijo que estuvo ansioso durante cada turno en su último encuentro ante los Guardianes de Cleveland y que, a pesar de no conectar imparable, aseguró estar satisfecho por despedirse frente a los suyos.
“Fue un día que nunca voy a olvidar en mi carrera, también porque no podía concentrarme. No tenía un plan, lo único que quería era pescar un lanzamiento y tratar de sacarla del parque, pero no funcionó (…) estoy contento de poder decir adiós”, declaró el maracayero.
Asimismo, el ganador de la triple corona de bateo en 2012 ponderó lo especial que fue para él despedirse cubriendo la primera base, algo que no hacía desde hace tres años por problemas en su rodilla.
“Es algo que me limitó mucho (la lesión) estos últimos años, pero que me dieran el chance eso fue algo brillante”, añadió.
El derecho bromeó con los medios al decir que tuvo que usar un guante prestado, pues el suyo lo regaló días antes al creer que no volvería a usarlo.
Por otra parte, Cabrera tampoco pasó por alto lo que significó la presencia de sus familiares en el estadio para su último compromiso como jugador.
“Ese momento va a estar de recuerdo el resto de mi vida y agradecido porque tuve la oportunidad de estar con ellos y despedirnos de esta gran ciudad que no has dado mucho a nosotros”.
Miguel Cabrera se retiró de la MLB luego de 21 temporadas, en las que dejó números y estadísticas que lo colocan como un firme candidato para ocupar un lugar en el Salón de la Fama de Cooperstown, una vez cumpla los plazos para su elección.
Por Unión Radio