Unidades de las fuerzas especiales de la policía fronteriza panameña mataron a dos delincuentes que robaban a migrantes mientras cruzaban la densa selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, en su camino hacia Norteamérica, informó ese jueves el ente de seguridad.
El suceso ocurrió el miércoles durante una patrulla que los agentes realizaban en un sector de la comarca de la etnia Emberá Wounaan, donde estaba un grupo de personas «que abrieron fuego al dársele la voz de alto», señaló en un comunicado el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).
En el enfrentamiento, resultó muerto «un hombre con rasgos indígenas que portaba un rifle calibre 22 con cañón recortado», y posteriormente en un reconocimiento próximo al sitio, y tras escuchar «voces de auxilio», se dio una segunda confrontación en la que murió otro delincuente que llevaba «una escopeta calibre 16».
La acción se produjo en el ámbito de la «Operación Sapur 11», que según la nota es parte de la Campaña Darién, enfocada en la protección de los migrantes y la prevención de delitos en el corredor humanitario.
Robos en el Darién
Los robos en la selva a los migrantes son comunes, con relatos frecuentes en los que explican cómo les atracaron con armas de fuego o machetes, obligándoles a desnudarse en ocasiones para no ocultar el dinero.
Una de esas migrantes explicaba a EFE el pasado abril cómo su grupo fue interceptado en «una lomita» por un grupo de encapuchados armados, que le pidieron «100 dólares por cada uno, y el que no le daba la plata tenía que entregar teléfono, si no era iPhone no, o si era mujer tenía que quedarse ahí», posiblemente para abusar de ella.
Médicos Sin Fronteras (MSF) aseguró, antes de que las autoridades panameñas les vetaran seguir dando atención médica en el país, que atendieron a más de 1.300 personas por violencia sexual en el Darién entre abril de 2021 y enero de 2024.
Disminuye flujo de migrantes en el Darién
Más de 244.200 migrantes cruzaron la selva del Darién en lo que va de 2024, una disminución de 110.056 en comparación con el mismo lapso del año pasado, lo que supone una caída del 31%, según cifras difundidas esta semana por el Gobierno panameño.
Las autoridades de Panamá estiman que en 2024 unos 320.000 migrantes atravesarán esta selva, una reducción del 38 % frente al récord histórico de 520.000 que cruzaron el año pasado, y que vinculan con las nuevas políticas de control de migración implementadas por el nuevo Ejecutivo, cuyo mandato comenzó el pasado 1 de julio.
El nuevo gobierno panameño ha aplicado varias medidas para frenar el flujo migratorio por el Darién al considerarlo una crisis humanitaria, pero también de seguridad.
Entre ellas está la instalación de «barreras perimetrales» (vallas de alambre con púas) unos 4,7 kilómetros en el Darién, donde había al menos cinco pasos no autorizados o trochas, para «canalizar» el flujo de los migrantes a través de un «corredor humanitario».
Otras de esas medidas es el acuerdo con Estados Unidos para que el país norteamericano financie vuelos de devolución de migrantes. Hasta el momento, ya se han llevado a cabo al menos seis con grupos de 30 personas aproximadamente hacia Colombia (5) y Ecuador (1), a lo que se suma uno a la India con 130 migrantes.