Malas políticas y crisis tiene al sector docente contra las cuerdas en Venezuela

16 enero, 2023

Aumento de salario, mejoras en el sistema educativo, cumplimiento de beneficios sociales, además de estabilidad laboral son algunas de las peticiones que tiene el gremio de educación, quienes como el 15 de enero de 1932, cuando se fundó en Caracas la Sociedad de Maestros de Instrucción Primaria iniciaron una lucha para rescatar sus beneficios, desde entonces esta fecha ha servido para conmemorar el Día del Maestro en Venezuela. A pesar de que han pasado 91 años, la lucha del gremio resurge.

Los educadores afirman que no tienen nada para festejar por las condiciones en que se encuentran, precisan que se trata de un día para continuar la lucha por sus reivindicaciones que cada día están más pisoteadas por el Gobierno nacional.

Frank Andrade, directivo nacional del Colegio de Profesores, precisó que el Día del Maestro está siendo opacado por la crisis en el sector. “Se han encargado de empobrecer a los educadores desde hace muchos años”, alertó. Además, explicó que hace nueve décadas atrás por medio de las luchas lograron la estabilidad económica y social del educador, pero con el pasar de los años fueron desapareciendo y desde el 2000 la situación económica se ha tornado aún más crítica.

Andrade se refirió a que en años anteriores podían contar con estabilidad al percibir un salario que les permitía satisfacer sus necesidades tanto de alimentación, medicamentos y poder mantener a su familia. Además, podían estar seguros que en un nuevo inicio de año escolar no serían trasladados a otros sitos alejados de su residencia o incluso fuera del estado donde ejercieran, y que poco a poco se iban sumando beneficios como seguros médicos, funerarios y hasta créditos para obtener vivienda y vehículos, realidad que hoy quedó enterrada.

Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores del estado Lara, explicó que las luchas no han cesado, incluso considera que desde el 2018 se afincaron porque el Gobierno nacional y el Ministerio de Educación se encargaron de mantener deudas que hoy suman un 280% con respecto a aumentos de salarios que están contemplados en la contratación colectiva. “Eso lo deberían cancelar con retroactivos, pero sólo hubo un aumento bajo anuncio presidencial que hoy no es nada”, dice.

El presidente del Colegio de Profesores agregó que ellos se han mantenido en la calle no con motivo de rebeldía ni mucho menos para no asistir a las clases presenciales, sino que es una manera de exigir lo que les corresponde, porque todo está contemplado en la contratación colectiva. “Queremos dejar claro que no queremos un paro, porque lo que más deseamos nosotros es el beneficio para los educadores y los estudiantes”.

Los educadores afirman que desde el 2018 hasta el 2023 la lucha se ha intensificado ante el incremento de la crisis social, económica y política. José Javier Salas, director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello, dijo a través de una entrevista en un portal web que la situación del docente es alarmante, pero no sólo por razones económicas, sino por el deterioro general del sistema educativo.

Bajos salarios

Docentes denuncian que el último incremento salarial decretado en marzo de 2022 ya quedó arropado, tomando en cuenta que un educador gana desde Bs. 439,77 ($21) de salario base al mes si se encuentra en la categoría I; mientras que uno que se ubique en la escala VI devenga mensual Bs. 600,89 ($28.7). Los profesores han manifestado su inconformidad porque ya falta poco para que se cumpla un año con el mismo sueldo que hoy ya está devaluado y a pesar de que han realizado protestas y reclamos siguen en lo mismo.

Esto hace que los profesores tengan dos trabajos o se dediquen al comercio informal, siendo su profesión sólo un ingreso para cubrir una que otra necesidad básica porque no les alcanza para mucho, menos para poder mantener a su familia como lo hacían décadas atrás, donde con una quincena podían ahorrar y hasta tener un capital para el disfrute.

Hacen maromas

Los profesores se han caracterizado por tenerle amor a su profesión, a pesar de los bajos sueldos y las pocas condiciones laborales que puedan tener; por eso, en alianza con los representantes se han encargado de mantener las instituciones educativas para poder seguir dando clases, en especial aquellas de los municipios foráneos que son menos asistidas por los organismos del Estado.

Cuentan que algunos han tenido que colaborar con hojas de reciclaje para cualquier actividad en el aula, llevar sus propios marcadores o tizas para anotar en el pizarrón, porque estos insumos no son dotados desde hace más de 10 años, según ha denunciado el gremio de educación.

A través de colaboraciones de los mismos padres y representantes pueden mantener activo los comedores de las escuelas, pues estos llevan aliños, aceite y cualquier otro producto que haga falta y al mismo tiempo quienes no tienen cómo abastecerse de agua o no les llega por tubería dan algún aporte para que esto sea posible.

Los profesores dicen que todo lo hacen por vocación y por los estudiantes que son el futuro del país. Con estas acciones buscan que los índices de deserción escolar disminuyan y se logre rescatar el sistema educativo, el cual alertan está en decadencia.

Quedan deudas desde el año 2018

Desde el año 2018, a los educadores el Estado les adeudan un 280% de aumento por concepto de contratación colectiva. Hasta la fecha, a pesar de que se han mantenido en la calle, ese pago sigue en la lista de espera.

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