Los chilenos rearman sus hogares en las mismas zonas consumidas por los incendios

14 febrero, 2024

Brenda y Humberto regresaron al cerro arrasado por los incendios de Viña del Mar, en Chile. Animados, adornan con plantas la entrada de su futuro hogar que reconstruirán en el mismo asentamiento irregular con mínimos accesos que dificultaron la evacuación el día de la tragedia.

«Somos un equipo (…) vamos a tener una casa más bonita», dice emocionada Brenda Bustos de 28 años, que actualmente está desempleada.

Sin un plan de reubicación, la pareja regresó a Monte Sinaí, un barrio que se formó ilegalmente hace unos años y donde vivían unas 200 familias antes de los incendios forestales del 2 de febrero, que dejaron 131 muertos.

Ese día el fuego devastó parte de los cerros sobrepoblados de Viña del Mar, donde por décadas se han instalado familias en terrenos no autorizados. En Monte Sinaí, recuerdan los pobladores, escaparon por sus propios medios.

Los bomberos no pudieron llegar a varios puntos del incendio – el más mortífero de este siglo en Chile – por la falta de vías o quedaron atascados con sus máquinas en los estrechos accesos, en cuyos márgenes quedaron hileras de vehículos chamuscados.

Las llamas se propagaron rápidamente entre las construcciones de madera. Muchos vecinos, entre migrantes, pobres y clase obrera, no tienen otra opción que volver a empezar en el mismo sitio.

«Por temas económicos no tenemos otro lugar a donde ir», afirma Humberto Guerra, panadero de 28 años.

Viña del Mar es la sexta ciudad con la propiedad más costosa en Latinoamérica, con 2.699 dólares por metro cuadrado, según un estudio del sitio especializado Portal Inmobiliario.

Según cifras del gobierno, en la región de Valparaíso, antes del incendio, ya faltaban 38.079 viviendas, la segunda cifra más alta del país. Tras el incendio, otras 15.000 viviendas resultaron afectadas.

Con información de AFP

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