El director ejecutivo de InSight Crime, Jeremy McDermott, cree que el operativo que se llevó a cabo en el centro penitenciario de Tocorón, estado Aragua, es una estrategia de la administración de Nicolás Maduro para mostrarse «fuerte» y que «no tolera el crimen organizado» de cara a las elecciones de 2024.
En entrevista concedida al Toque de Diana en La Romántica 88.9 FM, McDermott sugirió que de esta forma Maduro quiere ser reconocido por la comunidad internacional y buscar limpiar un poco su reputación con este operativo, que sí representó un golpe fuerte para el Tren de Aragua y su líder, el «Niño Guerrero».
A su juicio -y coincidiendo con la postura del Observatorio Venezolano de Prisiones– los líderes delincuenciales fueron avisados con antelación y se marcharon mucho antes de que se ejecutara la operación en Tocorón y el despliegue de más de 11 mil efectivos; al tiempo que cree que no hubo órdenes por parte de ellos para resistir la intervención de las autoridades, lo que representó para él una «toma anunciada» del penal.
Resaltó que, si bien la toma de Tocorón por parte de los funcionarios gubernamentales debilita al Tren de Aragua y deja expuesto al «Niño» Guerrero, aunque estos líderes delincuenciales tienen bastiones en otros lugares del país para establecer la dirección de la banda criminal.
McDermott explicó que el centro penitenciario en Aragua era una especie de fortaleza para este grupo delictivo porque les permitía tener una capacidad de acción sin ser molestados, además de ser un lugar para reclutar y entrenar a nuevos miembros, al igual que poder tener ingresos por distintos motivos -entre ellos las vacunas de los demás reclusos-. En ese sentido, comentó que el «Niño» Guerrero ganaba unos tres millones de dólares al año.
Sobre lo del «fin del pranato» el director de InSight Crime detalló que esto quiere decir que las autoridades quieren retomar el control de los centros carcelarios del país, lo que le resta poder a los líderes delincuenciales.