A la espera de la publicación del decreto que designará el Consejo Presidencial para la Transición en Haití, el país contiene la respiración mientras continúan fuertes enfrentamientos armados entre la Policía Nacional y miembros de la coalición de bandas conocida como Vivre Ensemble (Vivir Juntos).
Las perspectivas apuntan a que este miércoles quede conformado ese órgano de transición, impulsado por la Comunidad del Caribe (Caricom) y países como Estados Unidos, Canadá, México y Brasil, con el propósito de sacar a Haití de una situación de inseguridad sin precedentes.
Sin embargo, este ente no ha podido avanzar con la celeridad que demanda la situación, en parte por las discusiones entre sus miembros sobre quién debe presidirlo y por asuntos de tipo jurídico, pues esa figura no está contenida en la Constitución y las leyes haitianas, como explicó el martes el Consejo de Ministros.
El gobierno haitiano sigue bajo las riendas de Ariel Henry, quien se encuentra en Estados Unidos y prometió renunciar como primer ministro en cuanto el Consejo Presidencial asuma sus funciones, entre ellas nombrar un primer ministro interino y crear las condiciones para la celebración de elecciones generales.
Mientras se llevan a cabo esas discusiones, algunas zonas de la región metropolitana de la capital observan este miércoles una aparente calma, y en otras áreas se han escuchado intensos tiroteos durante todo el día.
La Policía Nacional de Haití (PNH) intensifica sus operaciones como única institución que queda en pie en el país desde que estalló la crisis a finales de febrero, y se declara movilizada y decidida a seguir luchando contra las bandas armadas en concertación con la población.
Haití contiene la respiración
En un comunicado hecho público este miércoles, la PNH anunció la muerte de un poderoso jefe de banda en un intercambio de disparos, así como la incautación de armas y municiones.
New York New York, el jefe de la banda de Cité Doudoune, en la comuna de Croix-des-Bouquets, en el norte de la capital, fue muerto, según la policía, durante una operación para acabar con los violentos.
Entre el primero de enero y el 20 de marzo, 1.434 personas murieron y 797 resultaron heridas en actos de violencia relacionados con las bandas en todo el país, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Se trata del período más violento desde que se puso en marcha, hace dos años, el mecanismo de seguimiento de las víctimas de asesinatos, lesiones y secuestros relacionados con la violencia de las bandas, según la agencia.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos refirió: «Se ha producido un aumento escandaloso de los asesinatos y secuestros. La violencia sexual, en particular contra mujeres y niñas, es rampante y es muy probable que haya alcanzado niveles nunca vistos»
Con información de EFE