Estados Unidos eleva más que nunca su fiebre por la Fórmula Uno

5 mayo, 2023

Hasta hoy, once circuitos estadounidenses han albergado al menos un Gran Premio de Fórmula Uno. Una relación de 54 años con la FIA que, en este último 2023, ubica al país norteamericano como el único que acoge tres carreras en la misma temporada en más de una ocasión, comenzando por el GP de este fin de semana en Miami.

Miami, Austin y Las Vegas son los escenarios elegidos por el Mundial de monoplazas para visitar Estados Unidos, lo que premia el creciente interés y la capacidad de convocatoria de aficionados, pero también el retorno económico.

Las tres carreras coinciden geográficamente en la misma región del planeta, pero aportan una identidad y una marca bien distintas.

“Lo más importante y destacable de tener múltiples pruebas en los Estados Unidos es que cada uno de nosotros tenemos nuestra propia identidad”, destaca Tyler Epp, presidente del Gran Premio de Miami.

El público americano, con un tradicional vínculo con el mundo del motor a través de la NASCAR o la Indycar, ha abierto sus brazos de par en par a la categoría reina.

Existe un interés altísimo en la competición, como pudo comprobarse el pasado año en el Circuito de las Américas, que batió el récord histórico de asistencia a un gran premio con 440.000 aficionados en Austin.

También con la edición de 2022 en Miami, transmitida por televisión nacional en la ABC y que sumó la mayor cifra de espectadores de la historia con una carrera de Fórmula Uno superando los 2,58 millones.

El éxito en audiencia provocó que ESPN firmara un nuevo contrato con la FIA hasta 2025, que incluye el compromiso de mostrar al menos 16 carreras en la pantalla de ABC o la principal de ESPN.

En esta edición de 2023, Estados Unidos suma además a su primer piloto en parrilla desde 2015, Logan Sargeant, que pilotará para Haas F1, un equipo que tiene sus instalaciones en Kannapolis, en Carolina del Norte.

Por parte de los grandes empresarios del mundo del deporte en los Estados Unidos, existe una apuesta muy fuerte, así como una gran inversión. El retorno potencial es muy suculento, y vincularse con una marca como la Fórmula Uno, es garantía de éxito.

El compromiso se refleja en muchos aspectos, como por ejemplo en la construcción de infraestructuras permanentes. Así se explican los dos nuevos edificios para el paddock que se han levantado en tiempo récord tanto en Miami como en Las Vegas.

En el caso del de Florida, se decidió derribar el original de 2022 con una sola altura ante la insatisfacción de los equipos, y se construyó otro de cuatro alturas en su mismo lugar.

“Lo demolieron una semana después de terminar el gran premio del año pasado y este lo han terminado hace dos semanas”, manifiesta Sergio Santamarina, uno de los coordinadores en la zona del páddock en Miami.

Se busca así convencer a la parte de negocio de la Fórmula Uno, pero también cuidar a los protagonistas del espectáculo, para que pilotos y mecánicos puedan desarrollar en las mejores condiciones su trabajo.

Uno de los promotores tradicionales es Bobby Epstein, precursor del Circuito de las Américas, que peleó para que se desarrollara un trazado que albergara las grandes categorías del mundo del motor: Fórmula Uno e Indycar en monoplazas, Moto GP y Superbikes en motos.

Hoy en día el circuito de Austin es una referencia y una inspiración para Las Vegas y Miami, según Tyler Epp.

“Lo que Bob ha hecho en Austin es muy destacable. Representa la auténtica cultura del motor norteamericano, pero dentro de la Fórmula Uno. Lo que hemos intentado nosotros es transmitir lo que es la ciudad de Miami, internacional y dinámica”, dijo.

La ciudad de Las Vegas recibirá por tercera vez en su historia a la Fórmula Uno, algo que ya ocurrió en 1981 y 1982, pero cuarenta años después promete convertirse en algo icónico dentro del campeonato.

El coste del montaje del circuito en Nevada asciende a más de 500 millones de dólares. Una inversión estratégica ya que a pesar de haber firmado un contrato por únicamente tres temporadas la intención es permanecer como uno de los destinos fijos del campeonato.

Seguir la Fórmula Uno bajo las luces de los casinos de Las Vegas tendrá un precio mínimo de 500 dólares por las entradas más económicas, y algunos ‘resorts’ como el Caesar Palace o el MGM planean poner a la venta paquetes exclusivos de hospitalidad a un coste estimado de cinco millones de dólares.

EFE

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