Estados Unidos lamentó este martes la muerte de al menos 39 personas en un albergue migratorio de México. Además, dijo que esta tragedia es un desgarrador recordatorio de los riesgos a los que se enfrentan los migrantes en su travesía.
«Quiero expresar mi más sentido pésame a las familias de quienes perdieron la vida en el trágico incendio de anoche en el centro de detención de Ciudad Juárez. Nuestros corazones están con sus seres queridos», dijo Vedant Patel, portavoz adjunto del Departamento de Estado, en una rueda de prensa.
El funcionario explicó que el gobierno de Joe Biden está listo para brindar cualquier ayuda que las autoridades mexicanas pudieran solicitarle mientras investigan las causas del incendio.
Asimismo, Patel subrayó que esta tragedia es un recordatorio desgarrador de los riesgos que enfrentan los migrantes y refugiados en todo el mundo.
Al menos 39 personas murieron y otras 29 resultaron heridas por un incendio en un centro de detención del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, ciudad fronteriza con Estados Unidos.
Migrantes de Centro y Sudamérica
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, responsabilizó del incendio a las propias víctimas, quienes habrían quemado colchones para frenar su deportación.
Según la Fiscalía mexicana, las víctimas son de nacionalidad colombiana, ecuatoriana, salvadoreña, guatemalteca, hondureña y venezolana.
La presencia de migrantes en la zona se ha intensificado este año desde que Estados Unidos anunció nuevas medidas. Estas incluyen la deportación inmediata a México de migrantes de Haití, Venezuela, Nicaragua y Cuba que crucen la frontera de manera irregular.
Esas devoluciones se aplican mediante el Título 42, política implementada por el expresidente Donald Trump (2017-2021) y heredada por Biden que permite expulsarlos con el pretexto de la pandemia de covid-19.
EFE
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