Ser empresario en Venezuela actualmente tiene sus riesgos y ni siquiera los de menor escala pueden escapar a las garras de este gobierno destructor.
Este es el caso de la empresaria Iveth del Carmen Molero Castillo dueña de la Distribuidora del Sur, con sede en el estado Zulia, quien tras ser víctima constante de amenazas y acoso por parte de funcionarios del Ejército Bolivariano se animó a denunciar públicamente su caso.
Molero señala que funcionarios del Ejército amenazaron de muerte a ella y a su familia si no se sometía a firmar la disolución de un contrato exclusivo que Distribuidora del Sur mantenía con Lácteos Los Andes, esto bajo el argumento de que ella no comparte la ideología política del gobierno chavista.
Además de esto, los enviados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana parecen estar empeñados en llevarle su empresa a la quiebra, pues ya no solo le piden disolver el contrato con Lácteos los Andes, sino que abandone su nueva línea de distribución con otra marca.
Pero esto no es todo, el Ejército también le visita constantemente para exigirle que done gran parte de sus productos a la cadena de supermercados Mercal, que fue diseñada por el chavismo para llevar productos básicos con un menor precio a los venezolanos.
“Nosotros hemos llegado a un punto en el que ya no sabemos qué hacer; porque si seguimos con este rumbo, donde debemos regalar nuestra mercancía y nos impiden venderla a otras empresas, van a hacernos quebrar nuestro negocio; pero si nos negamos a sus demandas es probable que cumplan sus amenazas y tampoco quiero poner en peligro la vida de mi familia. Ojalá algún día podamos vivir y trabajar en paz en este país”, sostiene la empresaria zuliana.
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