La urbanización El Soler, así como El Saman, Villa Sur, Funda Barrio y zonas aledañas del municipio San Francisco, amanecieron este miércoles en tensa calma y bajo la custodia de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), así como de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en la vía a Perijá.
Esto luego de que ayer vivieron varias horas de hostigamiento y agresiones por parte de un grupo de yukpas, que dejaron el fallecimiento de un adulto mayor a causa de un infarto, dos personas heridas, y varias viviendas, locales comerciales y vehículos destrozados.
Este miércoles no se observa la presencia de los indígenas y los habitantes de estos sectores esperan que la calma se mantenga, ya que de regresar los indígenas, están dispuestos a seguir luchando por su tranquilidad.
Luego de protestar la noche del lunes para que estos abandonarán la zona, un grupo de yukpas decidieron accionar de manera violenta contra la comunidad.
Por ello, cansados de tanto abandono por parte de los cuerpos policiales, los residentes de El Soler, junto con los de El Saman, Villa Sur, Funda Barrio y demás sectores cercanos, se unieron para sacar de la zona a estos indígenas provenientes de la Sierra de Perijá, y pedir a las autoridades acciones concretas contra estas agresiones que padecen y que afectan su cotidianidad y su paz.
«Estamos cansados, desde que (Hugo) Chávez los nombró «patrimonio cultural» estas personas se creen Dios, la policía los deja hacer lo que sea, son intocables, nadie hace ni dice nada», expresó molesto Sergio Nava, habitante de la zona.
«El Gobierno manda a la policía, pero a mirar, porque ven que nos caen a piedras, los ven con armas y son incapaces de tocarlos porque dicen ‘que no pueden», agregó Nava.
«Los yukpas entraron a una casa de aquí de El soler, la destrozaron, todo para meter miedo, un señor murió de un infarto ante los acontecimientos, y muerto queda y ellos felices y el Gobierno no hace nada» agregó Ruth Molina, vecina afectada.
Hartos de tanto amedrentamiento, piden que reubique a estos yukpas en su zona de origen, «ya que están perjudicando el bien vivir del resto, sin importar si golpean a personas mayores y niños. Solo se están aprovechando para gobernar el estado entero y cometer sus fechorías».
El alcalde de San Francisco, Gustavo Fernández menciono que el próximo jueves está pautada la constitución de una mesa de trabajo entre comerciantes y algún representante de los yukpas para cerrar un compromiso de respeto, para que todo siga funcionando desde la civilidad.
Con información de La Verdad