El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado sus pronósticos de crecimiento de Latinoamérica de este año y el que viene gracias al mayor empuje de Brasil y México, las dos principales economías de la región.
En su nuevo informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO por su sigla en inglés), el Fondo calcula ahora un avance del PIB de Latinoamérica y el Caribe del 2,3% este año -cuatro décimas por encima de lo calculado en julio- y también el 2,3% en 2024, una décima más que en su anterior previsión.
En el caso de Venezuela, el Fondo calcula un avance de 4% en 2023 y de 4,5% en 2024.
En cualquier caso la región ralentiza su crecimiento con respecto a 2022, que fue de 4,1%. Una desaceleración que el FMI atribuye al efecto de políticas más estrictas, un entorno exterior más débil y precios de las materias primas más bajos.
Pese a todo, mejora el comportamiento económico de la región frente a la actualización de previsiones que hizo el pasado julio debido al empuje de Brasil y México.
En el caso de Brasil, el Fondo espera ahora un crecimiento de 3,1% este año, un punto más de lo que calculaba en julio, gracias a la «boyante agricultura» y a la resiliencia del sector servicios registrados en la primera parte del ejercicio.
Además, el consumo ha seguido siendo fuerte gracias al apoyo de los estímulos fiscales en el país.
En 2024 espera una ralentización, con un crecimiento de 1,5%.
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