El presidente Luis Arce dijo este fin de semana que, en este momento, en el mundo hay dos ejes enfrentados, el de Estados Unidos y Europa, “que está en decadencia”, y el eje que conducen Rusia y China, “que Bolivia apoya”.
La definición política del presidente, hecha en Moro Moro, cerca de Vallegrande, se produce cuando la moneda boliviana se ha devaluado después de 38 años y el ex presidente Evo Morales, su mentor, dice que Arce sólo se dedica a los negocios y ha descuidado el manejo de la economía.
El embajador chino, Huang Yazhong, acaba de confirmar que su país abrirá en Bolivia un banco para facilitar el uso del yuan como moneda que vaya remplazando al dólar en la economía boliviana, como desea Arce.
Empresas chinas controlan en Bolivia la minería del oro y un consorcio chino tiene a su cargo la explotación del mayor yacimiento de litio de Sudamérica, mientras Rusia avanza en la instalación de una planta de energía nuclear en El Alto.
Funcionarios chinos controlan gran parte de las 2.000 cooperativas auríferas de Bolivia, que ahora han decidido desconocer a los dirigentes de la Federación de Cooperativas Mineras.
Los dirigentes chinos de esas empresas han logrado frenar la aprobación de la ley del oro, porque no desean que aumente el impuesto, el menor de toda la minería boliviana.
Se considera que el impuesto a la extracción del oro, de 4,8% sobre las utilidades, es el más bajo del mundo, porque así lo exigen las especiales -y confidenciales- condiciones que se aplican en esta materia.
Confirmando su filiación con el eje Rusia-China, el gobierno de Arce solicitó la llegada de 65 oficiales del ejército de Venezuela la semana pasada, para sumarse al contingente que opera en Bolivia desde el gobierno de Morales, según denuncias del militar retirado Omar Durán.
Asimismo, aumenta la presencia de agentes cubanos, entre los que figuran los asesores del gobierno, ahora empeñados en debilitar al poder industrial de Santa Cruz, que consideran un obstáculo para el avance del socialismo.
Crisis económica y droga
Pero los mayores problemas de Arce no tienen que ver con esos proyectos de China, Rusia y sus aliados regionales, sino con la crisis económica provocada por la absoluta escasez de dólares, la falta de combustibles y el predominio de la droga.
La policía española ha realizado investigaciones sobre la llegada a ese país de cocaína procedente de Bolivia sin informar ni pedir la participación a la policía boliviana.
Lo que se explica por la llegada a España de 17 toneladas de cocaína en dos años y el escandaloso caso del envío, en un solo vuelo, de 478 kilos de la droga a bordo de estatal Boliviana de Aviación (BoA).
Infobae
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