¡DESCUBRE! Así es la vida de los jóvenes surcoreanos que no salen de sus habitaciones en años

28 mayo, 2023

En 2019, Yoo Seung-gyu salió del estudio donde vivía por primera vez en cinco años.

El surcoreano de 30 años primero limpió su «desordenado apartamento» con su hermano. Luego se embarcó en una expedición pesquera en el mar, con ermitaños como él que había conocido a través de una organización benéfica.

«Fue una sensación extraña estar en el mar, pero al mismo tiempo fue muy refrescante después de la reclusión. Se sentía irreal, pero definitivamente ahí estaba. Existía», dijo Yoo.

Un creciente número de jóvenes surcoreanos están optando por aislarse, apartándose completamente de una sociedad que cobra un precio alto por no cumplir con las expectativas.

Estos ermitaños se conocen como hikikomori, un término acuñado por primera vez en Japón en los años 90 para describir el distanciamiento social severo de adolescentes y adultos jóvenes.

En Corea del Sur, que lucha contra la tasa de fertilidad más baja del mundo y una productividad en declive, esto se ha vuelto una grave problema.

Tanto así que la autoridades están ofreciendo a los jóvenes ermitaños que están dentro de un cierto umbral de ingresos un pago mensual para persuadirlos a que salgan de sus casas.

Los que tienen entre nueve y 24 años y vienen de familias de bajos ingresospueden recibir hasta el equivalente de US$490 mensuales para su sustento.

También pueden solicitar subsidios para una serie de servicios, incluyendo salud, educación, consejería, asistencia legal, actividades culturales y hasta «corrección de apariencia y cicatrices».

El objetivo de estos incentivos es «permitir que la juventud recluida puedan recuperar sus vidas diarias y reintegrarse a la sociedad», expresó el Ministerio de Igualdad de Género y Familia de Corea del Sur.

Este define a los jóvenes ermitaños como «adolescentes que han estado viviendo en un espacio confinado durante extensos períodos de tiempo, desconectados del mundo exterior, y que tiene dificultades significativas viviendo una vida normal».

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