Las salidas de libreto son habituales en el presidente Gabriel Boric. Pero lo del jueves fue un poco exagerado.
En medio de una manifestación por el acceso a la vivienda y en contra de la Ley de Usurpaciones que pasaba por fuera de La Moneda, el mandatario dejó su oficina, y junto con la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, se dirigió hacia afuera del palacio presidencial, megáfono en mano.
“Pobladores y pobladoras, compañeros y compañeras”, dijo Boric mientras era rodeado por los manifestantes y, según el diario La Tercera, ante el nerviosismo de su escolta que intentaba resguardarlo.
“Hay gente a la que no le gusta que hagamos estas cosas, y que yo salga a conversar con ustedes. Pero yo tengo la claridad y la certeza de que es a ustedes, pobladores y pobladoras, es a quien nos debemos”, afirmó.
Luego explicó en plena calle que “cuando dijimos que íbamos a construir 260 mil viviendas, muchos nos dijeron que era imposible. Nosotros les decimos que no sólo vamos a construir las 260 mil viviendas, sino que lo vamos a superar y vamos a trabajar en conjunto con ustedes y los comités”, lanzó el presidente.
Luego, Boric dijo que “no voy a dar mi brazo a torcer para cumplir los anhelos y el programa que el pueblo me ha encargado. Cuando haya errores, vamos a enmendar en conjunto con ustedes, porque es al pueblo a quienes nos debemos. Cuenten conmigo como presidente para seguir conversando siempre y enfrentando juntos las dificultades que tenemos, porque esta pega (trabajo) no es fácil. Pero yo no voy a dar mi brazo a torcer para cumplir los anhelos y el programa que el pueblo nos encargara”, dijo al finalizar su improvisado discurso, el que fue avisado con algunos minutos de anticipación a su equipo, que ordenó el corte de la calle.
Infobae
SuNoticiero
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