Un hobby, más que una herramienta para el entretenimiento, se ha convertido en una clave de bienestar que, incluso, es impulsada por gobiernos e instituciones para generar mayor satisfacción en las personas.
Y es que es un hecho que una ola de descontento recorre el mundo; la salud mental está en observación constante puesto que cada vez son más los casos de ansiedad, depresión, estrés, entre otros, que afectan tanto en personas jóvenes como también mayores, y como consecuencia, algunos países han decidido darle la vuelta a esta tortilla promoviendo iniciativas para mejorar el bienestar de sus comunidades. Así se respalda en el libro Cómo salir del pozo, de Andrés Oppenheimer, donde comparte algunos de sus hallazgos al recorrer los lugares más felices del mundo.
Entre estas iniciativas se encuentra el incentivar a las personas a desarrollar y cultivar pasatiempos, actividades que les gusten, les llenen y las conecten socialmente, puesto que se ha demostrado que esto genera beneficios emocionales importantes.
Encuestas y estudios así lo han confirmado. Una investigación que analizó estudios realizados en 16 países, comparó las asociaciones entre los pasatiempos y el bienestar mental, y cómo variaba en cada país y entre los hallazgos arrojados están que tener un pasatiempo se asoció con menos síntomas depresivos, y niveles más altos de salud, felicidad y satisfacción con la vida.
Aunque este estudio se enfocó en personas mayores de 65 años también destaca que se ha demostrado que los grupos de pasatiempos pueden ofrecer respaldo social, disminuir la sensación de soledad y el aislamiento, por lo cual, diversos países, como el Reino Unido, Japón y Estados Unidos, han estado fomentando la participación en actividades de este tipo dentro de sus estrategias para respaldar y mejorar el bienestar y la salud mental.
Actividades como el baile, la jardinería y otras actividades relacionadas con la naturaleza han informado beneficios en aspectos positivos del bienestar. Incluso se menciona la relación entre pasatiempos, como participar en grupos comunitarios, clubes artísticos y sociales, y una menor incidencia y prevalencia de depresión en adultos de 50 años. Y van mucho más allá puesto que determinaron que las actividades que conducen a posteriores encuentros sociales –como hornear o cocinar para amigos– ofrecen mayores beneficios para prevenir y reducir síntomas de depresión que las actividades sedentarias como leer o coser, y es posible que el hecho de que impliquen movimiento físico, tenga que ver en esto.
Muchas de estas investigaciones coinciden en que cuanto más temprano tengamos establecido un pasatiempo dentro de nuestra rutina mayor bienestar nos garantizaremos, pero esto está muy bien para quien ya lo tiene, pero ¿cómo hacen lo que no? Descubrir qué actividad podríamos adoptar como hobby, no puede ser tan difícil si tomamos en cuenta algo esencial: tiene que gustarnos y debemos hacerla por placer, nunca por obligación.
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