Como basurero: Todos los contaminantes llegan al lago de Maracaibo

8 agosto, 2023

La contaminación por hidrocarburos de ecosistemas no se supera con epilépticas jornadas de limpieza de unos cuantos voluntarios y el supuesto saneamiento de lo que está a simple vista. Sin una real investigación que cuantifique magnitudes y trate de neutralizar con medios científicos el impacto ambiental y ecológico, los daños son terribles e irreversibles.

La permanencia de petróleo en las costas y cuerpos acuáticos implica un proceso de degradación progresiva que magnifica su agresiva afectación en los ecosistemas. Con el resplandor del sol en el agua, una parte del hidrocarburo se convierte en gases y la otra se deviene en una capa aceitosa que bloquea el intercambio gaseoso, principalmente de oxígeno. Al llegar a la orilla se convierte en una gelatina que contamina el agua dulce, envenena la flora y destruye el suelo.

Los desastres ambientales causados por el petróleo van creando zonas muertas donde no es posible la vida de ningún tipo. Una manera efectiva de cagarse el planeta, no solo sus playas y paisajes. Sin embargo, predomina el lucro y la desidia. Sacan petróleo sin respetar las normas de seguridad ambiental y que la naturaleza pague el precio. Siempre habrá una oficina de relaciones públicas, un vocero gubernamental y hasta un alto gerente que tome agua de algún río contaminado para demostrar su pureza.

Si hay un derrame, pueden pasar semanas antes de reconocerlo. Y cuando, la protesta de las poblaciones afectadas es muy fuerte, anuncian que se están tomando las medidas. Sin cifras y si una fotografía de los especialistas recogiendo el crudo. El boletín de prensa es una plantilla, y a veces no le cambian ni la fecha: “Se procedió inmediatamente al abordaje y la corrección de las fugas, siguiendo los protocolos de seguridad definidos para garantizar el suministro de crudo desde el estado Zulia hasta el Centro de Refinación Paraguaná y minimizar así el impacto al ecosistema. Se logró controlar la filtración de crudo aplicando los niveles estratégicos, tácticos y operacionales para dar respuesta ante este evento no deseado”.

Tanto crudo llega al lago que lo «petroliza»

Los impactos ecológicos sobre el lago de Maracaibo y el golfo de Venezuela han sido históricos. Han ocurrido explosiones e incendios de pozos petroleros, la fuga de crudo de las tuberías y derrames por accidentes de buques tanqueros. Los vertidos afectan infraestructuras domésticas e industriales, playas, aparejos de pesca, destrucción flora y fauna acuáticas.

La permanente quema en los pozos y los procesamientos en las refinerías generan emisiones tóxicas, y las más preocupantes son los compuestos orgánicos volátiles. Son más de un millar, pero los más abundantes en el aire son metano, tolueno, n-butano, i-pentano, etano, benceno, n-pentano, propano y etileno.

El benceno, cloruro de vinilo y 1,2 dicloroetano son extremadamente peligrosos para la salud. Pueden producir problemas respiratorios, irritación de ojos y garganta, mareos. También se pueden generar patologías psiquiátricos (irritabilidad, dificultad de concentración). A largo plazo, pueden causar daños renales, al hígado o al sistema nervioso central. Algunos, como el benceno, tienen efecto cancerígeno.

El acetaldehído, anilina, tricloroetileno, causar daños significativos al medioambiente, como la destrucción de la capa de ozono. Por supuesto, su emisión es controlable mediante filtros, pero siempre están ausentes en los pozos y en las operaciones de las refinerías que pueden estallar porque las fugas de gas son indetectables.

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