Familiares de detenidos en las protestas poselectorales que fueron trasladados a la cárcel de máxima seguridad en Tocuyito, estado Carabobo, denunciaron que los presos sólo reciben dos vasos de agua al día y una alimentación escasa. Las madres consultadas por el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) contaron que los privados de libertad comen una arepa seca y delgada, almuerzan pasta con carne o arroz con carne y cenan granos.
“Imagínate, tomar agua, algo tan básico, no lo pueden hacer cuando quieren”, contó una de las madrea.
De acuerdo con las denuncias recogidas por el observatorio, hay privados de libertad en la cárcel de Tocuyito que presentan dolores estomacales, evacuaciones constantes o, al contrario, pasan hasta 15 días sin poder ir al baño. Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), explicó que el Estado no ofrece la debida alimentación de los privados de libertad, la cual debe ser balanceada y contener un mínimo de 3000 calorías, entre vitaminas, proteínas, carbohidratos y grasas.
Los familiares también manifestaron preocupación porque los custodios de la cárcel de Tocuyito no reciben paquetería de los parientes ni medicamentos para los enfermos.
Los jóvenes detenidos en protestas poselectorales, que fueron trasladados hasta la cárcel de Tocorón, en el estado Aragua, también reciben una alimentación deficiente y consumen agua que no es potable.
Yuleisy Romero relató que su hijo debe colar el agua porque no es potable. “Están recluidos en condiciones inhumanas, no tienen derecho a tomar agua las veces que quieran, la cena es a las 4:00 p. m. Es mentira que hacen deportes o los sacan al patio, están 24 horas encerrados en una celda, mi hijo es moreno y está amarillo. Él lo que hace es dormir para no pensar, está en una celda con dos personas y tiene un solo uniforme para una semana”, relató la mujer.
Denuncian requisa vejatoria en la cárcel de Tocuyito y Tocorón
Las mujeres que después de dos meses pudieron visitar a los privados de libertad por las protestas poselectorales en las cárceles de Tocorón y Tocuyito, fueron víctimas de vejaciones en la requisa. Denunciaron que tuvieron que quitarse la ropa y desnudas la mandaron a agacharse y pujar. Les revisaron la boca y el cabello.
Con información de El Nacional