Britney Spears no pierde la esperanza de recuperar a sus hijos

1 agosto, 2023

Sean Preston y Jayden James, de 17 y 15 años respectivamente, son los hijos de Britney Spears y su exmarido más polémico, Kevin Federline. Los dos adolescentes se mantuvieron, en un principio, al margen de la batalla que inició su famosa madre para liberarse de la opresiva tutela judicial a la que estuvo atada hasta finales de 2021, y posteriormente para ajustar cuentas con su propia familia, a la que la artista acusaba de haberla explotado y denigrado por pura codicia.

La relación entre la princesa del pop y sus retoños se veía, por entonces, marcada por la distancia y cierta frialdad, entre otras razones porque Britney había perdido la custodia de los niños en el marco de esa tutela, gestionada por el padre de ella, Jamie Spears, con mano de hierro durante más de una década.

Sin embargo, ese vínculo se volvió mucho más tenso y conflictivo cuando Sean y Jayden, junto a su padre, concedieron una entrevista en televisión para criticar precisamente a su progenitora por la forma en que estaba manejando su recobrada libertad, subiendo fotos y vídeos a Instagram en los que aparecía bailando sensualmente y ligera de ropa. Los jóvenes dijeron que «rezaban» por su recuperación, dejando entrever que Britney tenía problemas mentales, y revelaron sin decirlo expresamente que se avergonzaban de ella y que preferían pasar el menor tiempo posible a su lado.

La airada respuesta que les dirigió Britney en las redes no contribuyó a mejorar las cosas, ya que les acusó públicamente de ser unos «desagradecidos» y de haberse sumado con entusiasmo a esa dinámica familiar tan interesada. «Os ibais de casa dos horas antes. Y durante vuestro tiempo allí, Preston sólo dormía y Jayden se dedicaba a tocar el piano constantemente. Y si no os cubría de regalos y os tenía preparada la mejor de las comidas, o no me comportaba todo el rato como una maldita santa, nunca era lo suficientemente buena para vosotros. El día que os miré a la cara, directamente a los ojos, y os dije: ‘Quiero veros más’, llamasteis a vuestro padre y no os volví a ver», revelaba el pasado mes de septiembre.

Diez meses después, la situación familiar de Britney Spears ha cambiado notablemente. La diva se reconcilió con su madre Lynne tras tres años sin verse y, sólo unas semanas más tarde, la intérprete anunciaba orgullosa que había limado asperezas con su hermana Jamie Lynn, a la que había visitado en un set de rodaje. Tras cerrar esos dos frentes, la estrella quiere solventar ahora el conflicto más importante que tiene entre manos. Fuentes de su entorno señalan que Britney no ha perdido la esperanza de recuperar a sus hijos y restablecer sus antiguos lazos.

No obstante, Federline y los chicos se preparan ahora para mudarse a Hawái, lo que sin duda complicará esos objetivos. «Los chicos siempre han vivido cerca de Britney. Aunque ella viaja a Hawái constantemente, no va a ser lo mismo», ha explicado un miembro de su círculo a la revista Us Weekly. TMZ, por su parte, señala que el abogado de la cantante, Matthew Rosengart, ha dejado claro que Britney no se opone a ese cambio de residencia y que, pase lo que pase, siempre aceptará los deseos de sus pequeños.

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