Por medio de una orden ejecutiva, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó el despliegue de elementos castrenses en distintos puntos de la frontera con México para reforzar el combate al tráfico de drogas.
Esta decisión, según estableció el documento oficial de la Casa Blanca, responde a la declaratoria de emergencia nacional emitida en diciembre de 2021 por el impacto que el narcotráfico ha tenido en aquel país en términos de seguridad, política exterior y economía.
De esta manera, se le otorgó “autoridad adicional” al Secretario de Defensa —Lloyd J. Austin III— y al Secretario de Seguridad Nacional —Alejandro Mayorkas— para ordenar el servicio activo de los miembros de reserva de las Fuerzas Armadas, incluyendo al Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.
La resolución presidencial contempló que la participación de los agentes militares en el área colindante con México quedará bajo la total consideración de los secretarios de Defensa y de Seguridad Nacional.
“Las autoridades invocadas garantizarán que el Departamento de Defensa pueda mantener su apoyo al Departamento de Seguridad Nacional en relación con el tráfico internacional de drogas a lo largo de la frontera suroeste”, puede leerse en la orden.
Dado que serán los funcionarios mencionados anteriormente quienes determinen cómo participará la milicia en la frontera, hasta el momento se desconoce la cantidad de elementos que serán desplegados, así como las funciones que llevarán a cabo.
Frontera suroeste, foco rojo para Estados Unidos por tráfico de drogas
El hecho de que el apoyo de los militares deba ser concentrado en la frontera suroeste no es casualidad, pues es precisamente esa zona en la que hay colindancia con los estados mexicanos de Chihuahua, Sonora y Baja California, en los cuales se ha identificado un gran número de puntos de trasiego de narcóticos.
Un ejemplo es la ciudad de Nogales, Arizona, que conecta con el estado de Sonora. A principios de abril de 2023, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU decomisó un millón 373 mil 52 pastillas de fentanilo provenientes de México en menos de 48 horas.
Dicha incautación, sumada a los aseguramientos registrados en marzo (que acumularon más de cinco millones de píldoras) posicionó a la ciudad como una de las regiones con mayor flujo de este opioide sintético.
Documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) revelaron que Nogales es uno de los puntos a los que llegan al menos dos de las principales rutas terrestres de los cárteles del narcotráfico mexicanos.
Ciudades como Tijuana y Mexicali —colindantes con el estado de California— también representan puntos de alta relevancia en las operaciones de los grupos criminales, pues ahí culminan varios de sus traslados de droga.
Infobae
SuNoticiero