La junta militar que detenta el poder en Birmania desde el golpe de Estado de 2021, informó este martes 1 de abril que el número de fallecidos subió a 2.719 y a 4.521 los heridos por el terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el viernes el centro-norte del país, dijo a EFE el portavoz del régimen, Zaw Min Tun.
Por su parte, el prodemocrático Gobierno de Unidad Nacional (NUG), opuesto a la junta y que controla partes del país, apuntó este martes que 8,5 millones de personas se vieron “directamente afectadas” por el movimiento telúrico.
Cuatro días después, un terremoto de magnitud 5 golpeó de nuevo este martes cerca de la ciudad de Mandalay, uno de los lugares más afectados por el devastador sismo del viernes, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Agencias de Naciones Unidas y la organización Médicos sin Fronteras (MSF) subrayaron hoy que la falta de agua potable amenaza con empeorar la situación en Birmania, con miles de personas durmiendo a la intemperie cerca de cadáveres que siguen en las calles, lo que implica riesgos de propagación de infecciones y enfermedades.
Los equipos de rescate trabajan contrarreloj para llevar ayuda y salvar a víctimas de los escombros con serias limitaciones logísticas y con el riesgo añadido del conflicto entre el Ejército y guerrillas étnicas y grupos prodemocráticos en algunas zonas afectadas, lo que baja las probabilidades de encontrar supervivientes.
“Se suspenden algunas tareas de rescate”
Este martes 1 de abril, un rescatista declaró a EFE que en la ciudad de Mandalay que “algunas operaciones de rescate se han suspendido debido a la baja probabilidad de hallar supervivientes”.
“Es muy poco probable encontrar con vida a los que permanecen atrapados bajo los escombros de edificios colapsados, lo que hace difícil continuar con las operaciones y plantea un riesgo para los rescatistas”, afirma el trabajador de la Organización para la Ayuda de Birmania en Mandalay.
El rescatista amplió que “los equipos de rescate han estado trabajando muy duro durante horas para finalmente extraer un cuerpo sin vida”; y añade que “algunos fueron rescatados con vida, pero murieron después en el hospital”.
Mandalay, donde viven alrededor de 1,5 millones de habitantes, muestra un estado de destrucción, con edificios reducidos a montañas de escombros y grandes inmuebles combados.
Medios birmanos independientes dijeron este martes que algunas búsquedas de supervivientes en Mandalay, a unos 17 kilómetros del epicentro del sismo, como el municipio de Sagaing, entre los más afectados, también tuvieron que suspenderse este martes.
Países como China, Rusia, Japón, Singapur, India y Tailandia, entre otras naciones, enviaron equipos de ayuda a Birmania.
EFE