El consumo excesivo de alcohol antes de tener relaciones íntimas puede tener numerosos inconvenientes y riesgos. De hecho, Mariela Martínez Ramos, psicóloga y miembro de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología, explicó en una entrevista con el portal Cuidateplus que el cerebro es fundamental para los encuentros sexuales.
Al ingerir alcohol, los estímulos se pueden distorsionar y, por lo tanto, es posible que haya una inhibición del deseo sexual. Esto puede producir ciertos efectos físicos como una eyaculación tardía, en el caso de los hombres, y en el de las mujeres, una disminución en la lubricación.
Por otro lado, uno de los efectos más comunes del consumo de esta sustancia es la disfunción eréctil. Un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid explicó que esto sucede por “un aumento de oxidación en una de las proteínas implicadas en la erección, la guanilato ciclasa”.
¿El alcohol aumenta la ansiedad y el miedo al sexo?
El consumo de esta sustancia, además, está vinculado a otras consecuencias más psicológicas como la disminución de la seguridad sexual, ansiedad y miedo antes de tener relaciones íntimas.
Asimismo, un estudio de la Librería Nacional de Medicina de Estados Unidos (NIH) reveló que el alcohol puede generar conductas sexuales de riesgo, como tener relaciones íntimas sin preservativo.
“El consumo de alcohol aumenta las probabilidades de involucramiento en relaciones sexuales casuales y ha sido vinculado con conductas sexuales riesgosas, tales como aquellas que derivan en infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados y agresiones sexuales”, señala la NIH.