El bolívar, la moneda de curso legal en Venezuela desde hace más de 140 años, ha experimentado una estrepitosa caída frente al dólar en los últimos meses, como consecuencia del proceso de destrucción continuo que ha sufrido en las últimas décadas.
Durante el primer trimestre del año, la moneda venezolana perdió 24,6% de su valor frente al dólar estadounidense, que sigue siendo la divisa preferida para la mayoría de las transacciones en Venezuela.
El tipo de cambio en el mercado oficial cerró la última jornada del mes de marzo en 69,56 bolívares por dólar, un aumento de 8,22% respecto al valor registrado a finales de febrero: 64,24 bolívares.

Mientras tanto, la brecha cambiaria en el país se acentúa, con el valor del dólar en el mercado paralelo por encima de los 100 bolívares.Marzo es el sexto mes consecutivo con una sostenida devaluación del bolívar, con el que aún se pagan salarios, bonificaciones y pensiones, que pierden poder de compra a medida que aumenta el dólar.
El salario mínimo, ubicado en 130 bolívares desde marzo de 2022, equivale hoy a 1,59 dólares al mes, cuando un venezolano necesita unos 100 dólares mensuales, solo para gastos básicos en alimentación, según estimaciones independientes.
Pero, ¿cómo se explica la pulverización del bolívar durante la última década?
El economista venezolano Manuel Sutherland la atribuye a la expansión de la emisión de dinero sin respaldo, fundamentalmente por una ampliación de la base monetaria por el Banco Central de Venezuela, y a través de los préstamos del Banco Central de Venezuela a empresas no financieras, específicamente empresas petroleras de Pdvsa.
“Eso se debió, en primera instancia, a una bestial sobrevaluación del tipo de cambio, que creó un rezago cambiario, y luego, al tratar de cubrir el déficit fiscal, producto de la caída del precio y de la cantidad de petróleo exportado, del aumento de los costos dentro de Pdvsa, y de una reducción en la cantidad de divisas disponibles, se hacía imposible sostener un tipo de cambio tan bajo”, expresó.
Aseguró que, en la medida en que se profundizaba y agravaba la situación, el gobierno respondió, en un intento de cubrir esos vacíos fiscales, con emisión de dinero por las dos vías mencionadas: la ampliación de la base monetaria y los préstamos del Banco Central a Pdvsa.
“Se fue destruyendo el tipo de cambio hasta llegar a la hiperinflación de octubre y noviembre de 2017, que duró, más o menos, hasta 2020-2021”, dijo el economista.
Sin embargo, la génesis de los problemas económicos más graves del país surgió durante el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), cuando se multiplicó la deuda pública externa del país, se estatizaron empresas privadas y agroindustriales sin control sobre sus gerencias, aumentó la dependencia al petróleo, se incrementó la restricción de divisas, entre otras cosas.
A juicio de Sutherland, se estaba construyendo un dique que tarde o temprano se rompería, siendo la población la principal víctima.
Con información de El Nacional