Mientras la Policía de California luchaba el lunes para entender por qué un hombre de 72 años mató a tiros a 11 personas que celebraban el Año Nuevo Lunar, dos nuevos tiroteos conmocionaron el estado y dejaron siete muertos.
Los dos tiroteos sucedieron en granjas cerca de Half Moon Bay, una comunidad de la costa pacífica próxima a San Francisco.
Las cadenas afiliadas @NBCBayArea y @ABC7News de San Francisco reportaron siete muertos en los ataques armados.
«El sospechoso está en custodia. No hay una amenaza en curso hacia la comunidad en este momento», aseguró la alguacil Christina Corpus del condado de San Mateo en Twitter, refiriéndose a un residente de 67 años identificado como Chunli Zhao.
Corpus indicó que Zhao se dirigió entonces a una comisaría de Half Moon Bay, donde los equipos de ABC7 captaron imágenes dramáticas de su detención mientras era tirado al suelo por agentes armados.
«Zhao fue detenido sin incidentes y en su vehículo se encontró una pistola semiautomática», dijo Corpus.
Según reportes, las víctimas eran trabajadores agrícolas chinos y Zhao había trabajado en una de las granjas.
La Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden fue informado del incidente y ordenó prestar «toda la ayuda necesaria» a las autoridades locales.
«Tragedia tras tragedia», lamentó por su parte el gobernador de California, Gavin Newsom, que ha estado en Monterey Park, donde tuvo lugar aquella masacre.
– «Buscando personas» –
El nuevo baño de sangre se produjo menos de 48 horas después de que un septuagenario asiático armado mató a 11 personas en una sala de baile cerca de Los Ángeles y, tras huir, se suicidó.
La policía investiga los motivos de esa masacre del sábado durante la celebración del Año Nuevo Lunar en un salón de baile en los suburbios de Los Ángeles.
El número de muertos inicialmente divulgado, de 10, fue aumentado este lunes.
«Nos entristece anunciar que una de las víctimas ha sucumbido a sus heridas», dijo el hospital, que atendía a cuatro de los 10 heridos en el incidente, en un comunicado enviado a la AFP.
El presidente Joe Biden ha expresado su consternación y ordenó arriar las banderas tras este enésimo asesinato en un país asolado por la violencia armada.
El sospechoso identificado como Huu Can Tran, de 72 años, era un habitué en el Star Dance Studio en Monterey Park donde daba lecciones informales, dijeron los medios estadounidenses, y supuestamente creía que otros instructores decían «cosas malas sobre él», según un amigo que no dio su nombre a la CNN.
Se cree que llegó al estudio alrededor de las 22H20 del sábado (06H20 GMT del domingo) y abrió fuego en el interior, matando a 10 personas (cinco hombres y cinco mujeres, todos entre 50 y 60 años) e hiriendo a 10 más.
Luego aparentemente condujo hasta otro salón de baile en la cercana Alhambra, donde las autoridades creen que tenía la intención de llevar a cabo una segunda masacre, pero fue detenido por un empleado, de 26 años, que le quitó el arma.
Las imágenes de cámaras de seguridad obtenidas por la cadena televisiva ABC muestran a la pareja luchando en el vestíbulo del Lai Lai Ballroom & Studio en Alhambra.
«Por su lenguaje corporal, su expresión facial, sus ojos, estaba buscando personas», dijo al The New York Times el joven que le desarmó, Brandon Tsay, cuyos abuelos fundaron el negocio familiar.
Tsay le arrebató el arma al sospechoso, le apuntó y gritó: «Vete, lárgate de aquí», relató al periódico.
El sospechoso se dio a la fuga. Luego se suicidó de un disparo dentro de una camioneta blanca en Torrance, varios kilómetros al sur, el domingo por la tarde cuando las autoridades se disponían a arrestarlo.
La Policía indicó que el motivo del ataque, que se produjo cuando las comunidades asiáticas de todo el mundo celebraban la festividad del Año Nuevo Lunar, seguía siendo un misterio.
CNN informó que Tran, que era un inmigrante de China, había conocido a su exesposa hace unos 20 años en el estudio de Monterey Park, una ciudad con población mayoritariamente de origen asiático.
El matrimonio no duró mucho y la pareja se divorció en 2006.
La exesposa, que no fue identificada, dijo que Tran nunca fue violento con ella, pero que se frustraba cuando, por ejemplo, perdía un paso en un baile.
– «Hostil» –
CNN también entrevistó a un viejo amigo de Tran, quien señaló que en un momento asistía al estudio «todas las noches».
Tran era «hostil con mucha gente allí», agregó el amigo.
No estaba claro si el sospechoso seguía asistiendo regularmente al estudio de Monterey Park.
Tsay, quien le dijo a The New York Times que es un programador que trabaja varios días a la semana en el estudio de baile de su familia en Alhambra, afirmó que nunca antes había visto a Tran.
Monterey Park, a pocos kilómetros del centro de Los Ángeles, alberga a unas 60.000 personas, la mayoría asiáticas o asiáticoestadounidenses.
Antes, decenas de miles de personas se habían reunido para el festival del Año Nuevo Lunar, de dos días de duración, uno de los más grandes del área. Los eventos previstos para el domingo fueron cancelados tras el ataque.
AFP
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