La CPI ante la prueba de fuego: el fiscal adjunto tiene en sus manos ordenar la detención de Nicolás Maduro

22 mayo, 2025

El fiscal adjunto de la Corte Penal Internacional —CPI—, el senegalés Mame Mandiaye Niang, tiene en sus manos la decisión de solicitar a la Sala de Cuestiones Preliminares las posibles órdenes de comparecencia o de detención contra los altos mandos civiles y militares de la estructura orgánica de poder en Venezuela, incluido Nicolás Maduro, por los crímenes de lesa humanidad que se habrían cometido desde 2014. Esto significaría que se recabaron la información, los testimonios y las evidencias suficientes que confirman la existencia de un patrón sistemático de represión en el país, atribuible directamente a la cadena de mando.

Así lo explicó a El Nacional la doctora en Derecho Internacional Soranib Hernández de Deffendini, quien reveló que se entregaron al tribunal testimonios no solo de víctimas, sino también de exvictimarios, personas que estuvieron en los más altos niveles del régimen chavista y que declararon sobre el macroestructura represiva en Venezuela. “(Las fuentes) entregaron información de muy alto nivel que evidencia que había un plan y una planificación de perseguir, castigar, reprimir y estigmatizar a la población civil”.

Esta semana, el fiscal Karim Khan se apartó oficialmente de su cargo mientras la Oficina de Servicios de Supervisión Interna de las Naciones Unidas investiga las denuncias en su contra por presunto acoso sexual. Según Hernández, Mame Mandiaye Niang asumió la situación Venezuela I el año pasado, cuando se conocieron esas acusaciones. Es decir, la investigación por las violaciones de derechos humanos en el país no se ha detenido.

Sin plazos y con presión política: la CPI bajo la lupaNo hay una fecha definida para conocer los resultados de las averiguaciones ni si se emitirá una orden de arresto contra Maduro. Es este, explicó la doctora, uno de los obstáculos más grandes porque la CPI no tiene lapsos procesales, sin embargo, dijo que el fiscal puede acelerar las posibles órdenes de comparecencia o de detención solicitándolo a la Sala de Cuestiones Preliminares, en el ejercicio del monopolio de la acusación penal.

“Este fiscal adjunto tiene en su mano una oportunidad histórica y que, por su propio mérito profesional, pase a la historia como un fiscal que hizo lo que tenía que hacer. Está en manos de él que avance la investigación. Si no, tendrá una mancha en su expediente y definitivamente la Corte Penal Internacional perderá su credibilidad”, dijo.

Graves consecuencias para la Corte Penal Internacional

Si eso sucede, advirtió la experta, muchos Estados parte podrían salirse del tribunal y las pruebas comenzarían a perderse porque, mientras más tiempo pase —argumentó—, las víctimas dejarían de testificar por miedo, cuestionarían si realmente habrá justicia en el caso de Venezuela o si deberían seguir colaborando.

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