El presidente de Bolivia, Luis Arce, declaró el lunes “desastre nacional” debido a los incendios forestales que, durante tres meses, han consumido casi siete millones de hectáreas de pastizales y bosques, impactando la salud de los habitantes de varias ciudades en Bolivia.
La declaración de desastre nacional busca “activar la ayuda internacional” y “proteger los recursos naturales y la biodiversidad para las futuras generaciones”, explicó el presidente boliviano al firmar el decreto en Santa Cruz, la ciudad más afectada por los incendios.
A pesar de sus disputas internas con la Asamblea Legislativa, Arce les pidió a los legisladores acelerar la aprobación de créditos internacionales para enfrentar la crisis ambiental, la peor registrada en su territorio desde 2019. “Eso nos permitirá contratar más aviones cisterna y adatar helicópteros”, explicó el mandatario mientras solicitó “endurecer las penas” para quienes provoquen quemas.
Dicho decreto establece que los ministerios de Exteriores y Planificación “gestionarán y administrarán la cooperación internacional para la atención del desastre”, permitirá “ajustes” de presupuesto para la lucha contra los incendios y se impulsará “un plan de recuperación post desastre”.
Las regiones mas afectadas son las de Santa Cruz y Beni, donde la frontera agrícola y ganadera se ha expandido en los últimos años. Según las autoridades de Santa Cruz, la región atraviesa “el mayor desastre ambiental” de su historia. Aunque las lluvias tenues de los últimos días han ayudado a reducir el número de focos, estos se intensificaron debido al aumento de las temperaturas y una sequía severa.
Infobae
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