Al menos 5.000 militares fueron desplegados el domingo en el departamento colombiano del Chocó, ubicado en el noroeste del país, para garantizar la movilidad y seguridad de los habitantes después de que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciara un paro indefinido para restringir la circulación terrestre y fluvial en la zona, recoge El Tiempo.
El ELN anunció el sábado un paro armado indefinido por las confrontaciones que mantiene con el Clan del Golfo. Asimismo, denunciaron la supuesta complicidad del Ejército Nacional con la banda criminal, el aumento de extorsiones a la población local e incumplimiento de las funciones constitucionales por parte del Gobierno de Gustavo Petro.
El comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, el coronel Christian Leguizamón, declaró para la W Radio que la movilidad en la región se está desarrollando con normalidad, añadiendo que unidades militares se encuentran sobre los ríos San Juan y Sipí «ejerciendo el control» y «garantizando los derechos ciudadanos».
Asimismo, Leguizamón considera que la medida anunciada por el ELN «es la manera que tienen para hacer presión» al Gobierno, para que se renueve un acuerdo bilateral de alto el fuego y se reanuden las negociaciones, que se encuentran congeladas desde hace cinco meses.
Por su parte, la gobernadora del Chocó, Nubia Calderón, aseguró que la disputa territorial entre los dos grupos armados «recrudece la crisis humanitaria» en la comunidad, afectando la movilidad, actividades comerciales, educativas y de salud. El conflicto, según la funcionaria, ha dejado unas 30.000 personas confinadas y otras 15.000 en condiciones de desplazamiento.
RT