Cumanacoa, en el estado Sucre, sufrió el pasado martes 2 de julio fuertes inundaciones provocadas por el paso del huracán Beryl por el Caribe venezolano.
El hecho recordó a una tragedia anterior registrada en esa misma región hace 12 años, en 2012, cuando la tormenta tropical Isaac dejó destrozos en la zona, por lo que el entonces presidente Hugo Chávez hizo una serie de promesas a los pobladores. Sin embargo, estas no se cumplieron.
Chávez, acompañado del entonces ministro del Interior y Justicia, Tareck el Aissami, y el dirigente Diosdado Cabello visitaron los sectores afectados del estado Sucre para evaluar los daños.
Desde el lugar de la tragedia, Chávez prometió a los pobladores la construcción de nuevas viviendas lejos del río Manzanares para familias damnificadas, un fondo millonario para reparar las viviendas afectadas, la construcción de un muro de contención y de un acueducto y la recuperación de la vialidad, puentes y dragado del río.
“Con el favor de Dios vamos a construir las viviendas. No sé cuántas viviendas. Si son 100, 200 o 500 que se dañaron totalmente, pero hay que construirlas en buenos terrenos. Vamos a crear un fondo de 20 millones de bolívares para reparar las viviendas que sufrieron daños. Es un fondo que quedará a disposición de los consejos comunales de Cumanacoa. En tercer lugar, hay que hacer un nuevo acueducto para Cumanacoa. Yo le encomiendo esto a Tareck. Hay que evaluar toda la carretera desde Cumaná hasta Cumanacoa. Los muros de contención. Hay que dragar también el río”, dijo Chávez en esa ocasión.
Posteriormente, aprobó el presupuesto para llevar a cabo dichas promesas. 26 millones de bolívares destinados a la construcción de casas, 45 millones más para la construcción de urbanismos con edificios, 30 millones para rehabilitar viviendas afectadas. No obstanta, esos proyectos siguen sin ver la luz.
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