El estado brasileño de Rio Grande do Sul ha sufrido el “peor desastre climático” tras un intenso temporal. Según las autoridades, el saldo de 29 muertos en el territorio incrementará con el paso de las horas. El gobernador ‘gaúcho’, Eduardo Leite, lamentó en una conferencia de prensa las muertes contabilizadas y estimó que son “muchas” las que aún no fueron registradas, tras deslizamientos e inundaciones en localidades aisladas desde hace 48 horas. Los desaparecidos ascienden a 60.
“Quiero lamentar profundamente todas las vidas perdidas, son 29 muertes registradas y con el dolor más profundo de mi corazón, sé que serán todavía más”, dijo el gobernador del estado, Eduardo Leite, en una transmisión en vivo.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva prometió que “no faltarán recursos” humanos ni materiales para “minimizar el sufrimiento que este evento extremo de la naturaleza está causando en el estado”.
”El gobierno federal estará 100 por ciento a disposición del estado” para las tareas de rescate y reparación, añadió Lula junto a Leite, tras llegar junto a una comitiva de ministros a la localidad de Santa María, uno de los municipios afectados por las intensas lluvias.
“Nunca vi algo así (…) está todo bajo el agua, es triste. Y va a empeorar (…) ¿Quién puede dormir de noche? No sabemos cómo va a subir el agua, y cuando llega a la puerta de la casa ya no se consigue levantar nada”, dijo afligido a la agencia AFP Raul Metzel, un operador de máquinas de 52 años, en Capela de Santana, impactado por las crecidas.
”No podemos hacer nada por nadie. Parte de mi familia y otras personas que conozco están en Montenegro (afectado por el río Caí) y no puedo traer a nadie para acá porque no tenemos cómo ir”, dijo con pesar Claudio Oliveira, un mecánico de 54 años. El estado de Rio Grande do Sul fue declarado en “estado de calamidad pública” a raíz de las fuertes precipitaciones con granizo y vendavales desde hace una semana.
Infobae
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