Migrantes en Chihuahua, estado en la frontera norte de México, denunciaron este martes que los operativos del Instituto Nacional de Migración (INM) se han tornado más violentos en medio de la presión de Estados Unidos por controlar los flujos migratorios.
Carlos Mesa, de Venezuela, perdió un dedo mientras huía de los agentes del INM cuando su anillo de matrimonio se atascó al saltar una cerca.
“Veníamos en el tren hasta Torreón (ciudad del norte de México) y, cuando llegamos, nos emboscó Migración, nos corretearon y ahí saltando la cerca se me mochó el dedo, me quedé atorado y me tuvieron que mochar el dedo”, lamentó el migrante en una entrevista con EFE.
El migrante carga con un frasco de cristal donde lleva una parte de la extremidad que le amputaron en un hospital de Torreón, donde le dieron primeros auxilios y le cortaron el hueso, que quedó desnudo tras el accidente.
“Lo importante es que fue un dedo y no fue la vida. Ellos eran los que nos venían correteando. Migración nos está tratando mal ahorita, nos corretean, nos quieren devolver. Nosotros no somos ladrones ni nada, sino que solo venimos de paso queremos pasar para el otro lado”, añadió Mesa.
Para este migrante, México es el país más peligroso de su trayecto.
“Es duro llegar, más que todo por Migración, de todos los países aquí es lo más duro, en todos los países nos ponen un bus de frontera a frontera, y aquí hay que caminar en Tapachula (en la frontera sur de México), agarrar combi, vans, y si te agarra Migración te devuelven otra vez”, lamentó.
EFE