Spirit Airlines ha pedido disculpas a la familia de un niño de 6 años que fue colocado en el vuelo equivocado y aterrizó a más de 250 kilómetros de donde su abuela estaba esperando para recogerlo. Pero la aerolínea aún no ha explicado cómo sucedió.
La abuela, María Ramos, declaró a la cadena de televisión WINK News que era la primera vez que el niño viajaba en avión el jueves y que se dirigía de Filadelfia a Fort Myers, Florida. Dijo que sus maletas llegaron a Fort Myers, pero que el niño no. Ramos entró en pánico, dijo a la estación.
“Corrí al interior del avión hacia la azafata y le pregunté: ¿Dónde está mi nieto?” Su nieto la llamó desde Orlando, informó WINK, y ella condujo para recogerlo.
“El niño siempre estuvo bajo el cuidado y la supervisión de un miembro del equipo de Spirit, y tan pronto como descubrimos el error, tomamos medidas inmediatas para comunicarnos con la familia y volver a ponerlos en contacto”, dijo Spirit en un comunicado compartido por la cadena de televisión, añadiendo que estaba llevando a cabo una investigación interna.
La Administración de Seguridad en el Transporte se asegura de que cada pasajero tenga una tarjeta de embarque antes de entrar en la zona segura de un aeropuerto y no estaría involucrada en el incidente de Spirit, dijo el lunes Daniel Vélez, portavoz de la TSA. Remitió las preguntas a la aerolínea.
Spirit no respondió el lunes a las peticiones de comentarios. No fue posible contactar con Ramos.
Este tipo de percances son poco comunes, pero cuando se han producido, han planteado serias dudas sobre la seguridad y, en ocasiones, han provocado litigios y consultas regulatorias.
Infobae
SuNoticiero