La postura del presidente venezolano Nicolás Maduro a favor de la causa palestina en el conflicto con Israel sigue al pie de la letra «el libreto» diplomático establecido por su antecesor y mentor, el fallecido exmandatario Hugo Chávez Frías, señalan expertos.
Tanto Maduro como la cancillería de su gobierno han demostrado una postura “fuertemente pro-Palestina” tras los ataques del grupo Hamás a Israel el fin de semana, cuando militantes armados incursionaron cerca de la Franja de Gaza dejando cientos de muertos y tomando como rehenes al menos a 150 personas.
El lunes, Maduro acusó a Israel de cometer “un genocidio” contra el pueblo palestino y dijo que el gobierno israelí lleva a cabo “un nuevo apartheid” en Gaza, con “masacres brutales contra el pueblo palestino”. También habló del “despojo de la tierra palestina.
Para analistas y observadores, los comentarios de Maduro resultan de una notable semejanza a los que hiciera hace 15 años su antecesor y mentor, Hugo Chávez, y demuestran que políticamente Maduro continúa al pie de la letra el legado del chavismo.
“Es un libreto muy conocido y repetitivo, era de esperar”, dijo a la Voz de América Félix Arellano, experto en relaciones internacionales.Venezuela rompió relaciones con Israel en 2009 tras una ofensiva israelí en la franja de Gaza. Hugo Chávez era entonces el presidente de Venezuela y Maduro su ministro de Relaciones Exteriores.Chávez, fallecido en 2013, se refirió al Estado israelí como “genocida, terrorista y asesino” y llegó a maldecirlo en televisión nacional, en 2010. También acusó a una de las agencias de inteligencia israelíes, el Mossad, de querer asesinarlo.
Arellano apunta a la ruptura de relaciones de Chávez con Israel en 2009 como “un jugada desequilibrada” al apoyar a un bando del conflicto.
Venezuela se ha posicionado fuertemente hacia un lado del conflicto» Iván Rojas, experto venezolano en relaciones internacionales.
Chávez interrumpió una histórica postura de Venezuela de neutralidad y respaldo a la existencia de ambos Estados, el judío y el árabe, que mantuvo desde 1947, señaló el embajador retirado y exrepresentante de Venezuela ante las Naciones Unidas Milos Alcalay.
La postura de Maduro “abre la puerta” a justificar “una escalada de acciones” por parte de Hamás y otras “fuerzas terroristas”, advirtió.
Iván Rojas, especialista en relaciones internacionales de la Universidad Central de Venezuela, dijo a la VOA que la postura de Maduro muestra “la continuidad de una política fuertemente pro-Palestina” que el chavismo puso en marcha en los últimos 20 años.
“Venezuela se ha posicionado fuertemente hacia un lado del conflicto, a diferencia de la mayoría de los países, que tratan de tener una posición más en el medio”, dijo Rojas.
Maduro asume “una desproporcionada acción que rompe con la tradición venezolana y hemisférica” de búsqueda de paz en Medio Oriente, dijo.
Lo que exige la diplomacia de nivel
Arellano resalta, no obstante, que la crítica a Israel no viene solo de Venezuela, sino de otros actores preponderantes de América Latina, entre ellos Brasil, México y Colombia.
Los gobiernos de América Latina reaccionaron con posturas mixtas a los atentados de Hamás y a la respuesta israelí. Algunos aliados de Maduro, como Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil, y Alberto Fernández, en Argentina, repudiaron el ataque de Hamás.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador reprochó “el uso de la fuerza contra civiles”, y la embajada israelí le exigió una condena más clara contra Hamás.
Liseth Romay, profesora de la Universidad del Zulia y especialista en derecho internacional público, dijo a la VOA que la prioridad de la comunidad internacional en esos conflictos bélicos es “poner fin al derramamiento de sangre”, la liberación de rehenes y prisioneros, y procurar que el conflicto “no se extienda” en la región.
La exigencia de los países en estos episodios debe ser el respeto a las decisiones de las Naciones Unidas sobre sus disputas y a los derechos de los pueblos, estimó.
El efecto petrolero
Arellano dijo que es poco probable que el impacto global en el petróleo por el conflicto en Israel afecte a Venezuela, una nación con vastas reservas petroleras.
Venezuela no obtendrá mayor “beneficio” del incremento de los precios del petróleo porque la industria venezolana de hidrocarburos está en crisis desde hace una década, entre escándalos de corrupción y dificultades de producción, advirtió.
El país pasó de producir 3,2 millones de barriles de petróleo al día, en 2000, a cerca de 800.000 barriles. El gobierno atribuye la deficiencia a las sanciones económicas de Estados Unidos, pero sus opositores recuerdan que la crisis es anterior a estas.
“Hoy tenemos una industria desmantelándose, deteriorada, sin capacidad técnica, sin recursos”, dijo Arellano.
VOA