Las autoridades indias elevaron este jueves 5 de octubre a 14 los muertos y 120 los desaparecidos, entre ellos una veintena de militares, tras las súbitas inundaciones en el estado norteño de Sikkim, donde algunas zonas continúan incomunicadas por las fuertes lluvias.
«El número de fallecidos ha aumentado a 14, por ahora los desaparecidos se mantienen en 120», indicó a EFE el director de la Autoridad para la Gestión de Desastres del estado norteño, Prabhakar Rai.
Entre los 120 desaparecidos se incluyen 22 soldados, que se vieron atrapados por la crecida del río Teesta cerca de la ciudad de Singtam. El Ejército indio informó el miércoles de que había rescatado a uno de los militares desaparecidos, e indicó que se encuentra estable, informó AFP.
«Mientras tanto, continúan los masivos esfuerzos de rescate a pesar del mal tiempo y las fuertes lluvias», indicó el Trishakti Corps del Ejército indio.
Respuesta estatal limitada
Rai explicó que las actividades de rescate se han visto dificultadas por las malas condiciones meteorológicas, por lo que la respuesta de las autoridades es limitada y los equipos estatales no han podido ser desplegados.
«Las operaciones de rescate están en marcha a nivel local, porque los equipos a nivel estatal no son capaces de alcanzar esas zonas», señaló el oficial, quien lamentó que las fuertes lluvias impiden el despliegue de helicópteros militares.
El distrito de Mangan, sin embargo, se encuentra completamente incomunicado y las autoridades no han sido capaces de obtener información sobre la situación. «No hay comunicación por carretera ni telecomunicaciones», dijo Rai.
Aguas crecieron entre cuatro y seis metros
Según un comunicado del Comité Nacional de Gestión de Crisis, el Gobierno ha desplegado a tres unidades de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF, en inglés).
Sikkim experimentó fuertes lluvias a principios de esta semana, lo que combinado con el desbordamiento de un lago glaciar provocó según la NDRF una crecida que desbordó la presa de Chungthang.
Las aguas del río Teesta llegaron a crecer entre cuatro y seis metros, llevándose a su paso puentes y carreteras, y afectando a numerosas viviendas.
EFE