El revuelo en Venezuela causado por la reforma del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) para pagos en divisas y criptoactivos, que entró en vigencia en marzo del año pasado, no ha sido suficiente para detenerlo.
La recaudación tributaria de acuerdo a las cifras del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) ha evidenciado solo aumento en los últimos cuatro años, con un crecimiento en dólares de 23% entre 2022 y 2023 hasta agosto.
El IGTF, con una alícuota de 3%, se ha convertido en una de las estrategias más efectivas del gobierno de Nicolás Maduro recientemente, impulsado por un esfuerzo de controlar la dolarización transaccional en el país y reforzar el uso del bolívar.
El impuesto aplicado a naturales y jurídicos representa el tercero con mayor recaudación en Venezuela, pese al continuo rechazo de comerciantes a un año y medio de su implementación.
“El IGTF llegó para quedarse, más aún en un año electoral. El gobierno sigue buscando fondos, y con maneras de ser eficiente en la recaudación”, comentó el economista Luis Oliveros durante un evento de la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria (VenAmCham) la semana pasada en Caracas.
A su juicio, es imposible que el gobierno venezolano esté enfocado en una pronta derogación cuando además debe dedicarse a una campaña electoral de cara a las presidenciales, y no cuenta con un escenario claro en cuánto a los ingresos petroleros.
“Si la producción petrolera no aumenta va a necesitar dinero de otra fuente, por ejemplo, impuestos. Así que a los empresarios lo que les queda es aprender a convivir con el IGTF y a entender a que hay que ser productivo y competitivo”.
Considera que a pesar de que el 3% es una alícuota alta, que ha causado efectos negativos en la economía, ante la necesidad de caja no se descarta un incremento. “Le veo problema a que lo haga, pero yo le pondría algún tipo de probabilidad de que ocurra lamentablemente”, apuntó Oliveros en conversación con la prensa.
Desde la Asamblea Nacional, el diputado Luis Martínez espera presentar una propuesta de reforma parcial a la ley de IGTF, reiterando que la productividad económica y la reactivación del sector privado depende de ello.
Luego de una declaración a principios de agosto del presidente de Conindustria, Luigi Pisella sobre una discusión con las autoridades venezolanas para la eliminación del IGTF en bolívares -aplicado a contribuyentes especiales-, Martínez aseguró que estaba dado el clima preciso para llevar a cabo su proyecto.
Sin embargo, con la iniciativa no se buscará que sea derogado el IGTF para pagos en divisas, pero sí se solicitará su eliminación para pequeños pagos de personas naturales.
Acorde con datos del Presupuesto Nacional 2023, la administración de Maduro esperaba recaudar US$340 millones a través del IGTF. Según cálculos de Oliveros con cifras del Seniat, la recaudación tributaria total hasta agosto es de US$451 millones.
Bloomberg Línea
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