Los medios oficiales venezolanos transmitieron en diferido la intervención del mandatario Nicolás Maduro durante la reunión de presidentes del martes 30 de mayo en Brasil, luego de que se conocieran las posturas críticas de presidentes como Luis Lacalle Pou, de Uruguay, y de Gabriel Boric, de Chile.
Maduro, en la transmisión que se hizo a las 7:00 pm por VTV, dijo estar dispuesto a debatir «con respeto» sobre Venezuela en el momento que los presidentes decidan y aprovechando el impulso de integración de la región que busca el jefe de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva.
Sin embargo, advirtió que si se empezaba a registrarse descalificaciones o agresiones, supondría un «obstáculo insalvable» para llegar a acuerdos con la región.
«Hoy estamos ante la posibilidad de abrir una nueva etapa. Pareciera haber conciencia y espíritu y voluntad para abrir una nueva etapa. Bueno, abramos esa nueva etapa con tolerancia, con respeto, con diálogo permanente (….) Creo que siempre el respeto y el no intervencionismo en asuntos internos tiene que ser un principio fundamental», agregó en su intervención.
Manifestó tener la «tentación» de responder las críticas que recibió en la reunión, pero desistió de ello por «respeto al tiempo» y a la iniciativa que se persiguió de integración. Por ello, le dijo a Lacalle Pou que estaba de acuerdo con él en que será la historia la que juzgue las actuaciones, «más allá de las narrativas que se han impuesto sobre Venezuela con el poder más brutal que se jamás se ha hecho contra el país (…) con socavar un proyecto político que ha levantado la bandera de Bolívar y que ya tiene 24 años en el poder».
Más temprano, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou alertó a los mandatarios suramericanos de que no deben «tapar el sol con un dedo» sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela.
«Esta reunión estuvo antecedida, no sé si de forma planificada o no, por una reunión bilateral entre Brasil y Venezuela. Yo me quedé sorprendido cuando se habló de lo que sucede en Venezuela es una narrativa», dijo Lacalle frente a los otros mandatarios.
Según el gobernante uruguayo, «si hay tantos grupos en el mundo tratando de negociar para que la democracia sea plena en Venezuela» y «que se respeten los derechos humanos, para que no haya presos políticos, lo peor que podemos hacer es tapar el sol con un dedo».
Por su parte, el presidente de Chile, Gabriel Boric, manifestó discrepancia sobre las declaraciones del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al decir que la situación de los derechos humanos en Venezuela era una construcción narrativa. «No es una construcción narrativa, es una realidad, es seria. Y he tenido la oportunidad de verla en los ojos y en el dolor de cientos de miles de venezolanos que hoy día están en nuestra patria».
Por otro lado, Maduro alertó que en su contra se vino «todo el poder mundial», haciendo alusión directa a las sanciones impuestas por EEUU; que a su juicio dio como resultado el daño a la economía, aislamiento y ataques públicos.
A su juicio, en la reunión se evidenció espíritu de integración latinoamericana y recordó que en iniciativas pasada privó un ambiente en pro de la unión sudamericana. Además, cree que si se hubiera estado unidos en la pandemia, se habría abordado mejor la situación en el continente.
Nicolás Maduro dijo que ha habido un retroceso en América en comparación a otros continentes por un «proceso de polarización» y que se impusieron «corrientes» que lograron «implosionar» la iniciativa
«En esa nueva geopolítica mundial ha surgido un movimiento muy importante, los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), un movimiento poderoso que sin lugar a dudas se convierte hoy por hoy en la punta de lanza o en la vanguardia de los procesos de cambio de la geopolítica mundial, del poder mundial», enfatizó.
Con información de Tal Cual
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