El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, aseguró este miércoles que con la disolución de la Asamblea Nacional, cerró «un largo capítulo de desinstitucionalización y abuso de poder, liderado por sectores políticos que se habían trazado como meta la cooptación de todo el Estado».
Así lo dijo en su informe a la nación al cumplir dos años de mandato, en momentos en que el país está inmerso en un proceso electoral extraordinario luego de que Lasso aplicara la llamada «muerte cruzada», por «grave crisis política y conmoción interna», en medio de un juicio político de censura promovido por la oposición donde parecía próxima su destitución.
El mandatario anotó que, con ello, puso fin «a una confrontación política que tenía inmerso al país en una crisis que se agudizaba con el tiempo» y consideró que el mayor reconocimiento a esa decisión es el respaldo popular al aseverar que la «muerte cruzada» cuenta con el apoyo del 80 % de los ecuatorianos
«La inmensa mayoría ha aplaudido la aplicación de medida como la mejor sanción moral contra los obstruccionistas, con evidentes afanes golpistas», dijo Lasso sobre la oposición, una mayoría de izquierdas que controlaba la Asamblea.
En su discurso no reveló si se presentará a la reelección en las elecciones extraordinarias y únicamente pidió a los electores que sepan elegir «a los mejores ecuatorianos».
EFE
SuNoticiero