En el estado sureño de Chiapas, México, cientos de migrantes -incluyendo venezolanos- enfrentan dificultades y limitaciones para avanzar desde la frontera sur, ahora que el Título 42 llegó a su fin. Esta situación dejó a muchos de ellos varados en Tapachula, sin la posibilidad de regularizar su situación migratoria.
Marcos Farías, un migrante procedente de Ecuador, arriesgó cruzar de manera irregular el río Suchiate en una balsa improvisada, temiendo ser detenido por las autoridades migratorias, pero con el firme propósito de llegar a México y seguir avanzando hacia Estados Unidos, sin importar si cuenta con los documentos necesarios.
Farías, quien viaja junto a dos compatriotas y otros migrantes venezolanos que se encontraron durante su travesía por Centroamérica, explicó que en su país trabajaba en una fábrica, pero los ingresos no eran suficientes para subsistir.
Además, Farías señaló las difíciles condiciones que enfrenta en su país de origen debido a la delincuencia, la inseguridad y la falta de oportunidades laborales con salarios dignos para hacer frente a las necesidades básicas, el pago de alquiler y los servicios.
«Realmente deberían brindarnos una oportunidad a los migrantes que nos encontramos en esta etapa intermedia. Antes, podíamos presentarnos ante un tribunal y demás, pero ahora creo que ya no, ahora hay una deportación directa», expresó Farías en declaraciones a EFE.
Saldrán en caravana
Desde el parque Ecológico, donde los migrantes obtenían documentos para transitar durante 45 días, Davison Insiarde, un migrante venezolano, resaltó en una entrevista con EFE que se están organizando para salir de manera masiva o formar una caravana, debido a la incertidumbre sobre si se les otorgarán más documentos para las personas en movimiento.
«No sabemos hacia dónde están llevando a las personas. Nos están dando un documento con un plazo de 20 días para abandonar el país por la misma frontera por la que ingresamos. Eso es complicado, no sabemos qué nos deparará el futuro. Existe un gran riesgo, ya que desconocemos si habrá redadas migratorias o si podríamos ser víctimas de delitos»
«Estamos expuestos a las inclemencias del tiempo, no tenemos dónde dormir y no podemos avanzar. Además, desmantelaron el lugar donde se entregaban los permisos», continuó Insiarde.
En la franja fronteriza de México, a pocos metros de Guatemala, un agente migratorio destacó que no se han implementado medidas extraordinarias tras la finalización del Título 42.
Sin embargo, los agentes se encuentran patrullando el río Suchiate y el centro de Ciudad Hidalgo, aplicando los protocolos y requiriendo a los migrantes que porten sus documentos.
EFE
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