Fiscales estatales brasileños acusaron a 16 personas, entre ellas siete futbolistas profesionales, por presuntamente amañar partidos, en lo que amenaza con ser uno de los mayores escándalos desde que Brasil legalizó las apuestas deportivas en 2018.
Los fiscales del estado de Goias dijeron que los presuntos delitos tuvieron lugar en 13 partidos de fútbol, incluidos ocho de la liga brasileña en 2022. Jugadores de clubes como Santos, Juventude y Cuiabá estaban entre los acusados.
En los documentos de acusación, los fiscales alegaron que una banda criminal pagaba a los jugadores para que cometieran infracciones, para luego apostar a esos resultados y ganar cuando se pitaban las infracciones.
El grupo ofrecía hasta 500.000 reales (100.000 dólares) como pago inicial a los jugadores, según los fiscales.
«Se trata de una operación especializada destinada a seducir y cooptar a deportistas profesionales con fines lucrativos», dijeron los fiscales.
Las apuestas deportivas solo han sido legales en Brasil desde 2018, cuando el país permitió el juego en línea. Se han disparado desde entonces, y los anuncios de apuestas son a menudo destacados durante, antes y después de los partidos de fútbol.