Luego de siete meses de mediaciones entre vecinos que no llegaron a un acuerdo, los vecinos de la urbanización Terrazas de Sabaneta en la parroquia Manuel Dagnino solicitaron el derrumbe de nueve estructuras de cemento construidas ilegalmente en un área verde del sector. El conflicto entre el infractor y la comunidad fue en aumento hasta que el pasado viernes 5 de mayo, la Alcaldía de Maracaibo a través del Centro de Procesamiento Urbano (CPU), derrumbó la estructura.
Para ejecutar la orden de demolición de nueve estructuras de cemento que servirían de las mesas del negocio, 16 postes y cinco estructuras metálicas tipo papeleras; la municipalidad reunió un equipo de servidores públicos de Seguridad Ciudadana, SEDEPAR, IMA e Ingeniería Municipal, dado que luego de la revisión del caso, se constató que el negocio no está formalizado, ni registrado en Sedemat, ni contó con la permisología necesaria para el proyecto.
Adel Kai, comerciante de 56 años y vecino infractor, contó su versión. “Llegué a un acuerdo con la comunidad y el Consejo Comunal para proyectar la plaza y los locales. Tumbamos los árboles secos que estaban aquí llenos de comején y sembramos 200 plantas y estábamos organizando un espacio con nuestro propio negocio para poder tener un lugar de beneficio y entretenimiento para todos. Es un emprendimiento que tenía proyectado junto con mi familia dentro de mi propiedad. No nos tomamos ni un solo centímetro de la acera ni del terreno pero unas cinco personas se encargaron de hacernos la vida imposible», afirmó.
Según afirmó Kai expresó que el Consejo Comunal hizo una asamblea donde «se dio la aprobación para el proyecto con más de 120 firmas”. “Queríamos hacer la visualización del negocio era una venta de comida rápida y heladería, para darle vida a la plaza y a la comunidad”, justificó.
Sin embargo, Dilia Ávila, trabajadora social de 56 años y vecina del sector, contó la otra versión. “Las construcciones en la plaza fueron construidas sin consenso ni autorización de la comunidad. Esas mesitas sólo beneficiaban el proyecto de quien las mandó a hacer en julio de 2022”, señaló.
“Fuimos nosotros los que recuperamos este terreno, sembramos árboles, pintamos un mural en la pared e hicimos una especie de tarima pequeña. Siempre estábamos pendiente del espacio. Hace una año el señor compró la casa aledaña a la plaza y desde el día uno él está arrancando matas, cortando árboles y otras cosas. Fuimos a la Alcaldía a poner la queja, se le ha multado, se le ha citado, se le han llamado a todas las instituciones competentes y él hace caso omiso a las leyes», manifestó.
Asimismo, Ávila destacó que la municipalidad emitió una resolución de demolición y desalojo para la persona que realizó las construcciones. «Este terreno le pertenece a la comunidad por eso es necesario poner orden, gracias a Dios la Alcaldía está respondiendo, porque hacemos una denuncia u observación e inmediatamente responden».
Las construcciones fueron realizadas en julio del 2022 y la comunidad en diciembre decidió tumbarlas por sus manos. Una semana después el infractor procedió a levantarlas de nuevo y desde esa fecha la municipalidad esperó a que decidiera quitarlas y ponerse a derecho voluntariamente, sin embargo, ese momento no llegó, por lo cual la municipalidad intervino amparado por las normas de procesamiento urbano.
Nota de Prensa
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