Cuáles son las razones que obstaculizan el regreso de Messi al Barcelona

4 mayo, 2023

La historia entre el Fútbol Club Barcelona y Lionel Messi se parece cada vez más a esas películas románticas en las que los dos desean estar juntos pero son demasiados los obstáculos que lo impiden.

Hasta el momento, el Barcelona parece enfrascado en tantos problemas internos. Pese a saber que Messi ya está prácticamente en el mercado, que quiere seguir jugando en Europa, que las condiciones para continuar en el PSG son nulas, y que por ahora no tiene ninguna oferta de ningún otro club del Viejo Continente, igualmente tiene tantas dificultades por resolver que quizá no le alcance ni el tiempo, ni mucho menos el dinero, para conseguirlo.

Cuando todo indica que los tiempos de definición se aceleran por los sucesos en el PSG (la suspensión por dos semanas a Messi para entrenamientos y partidos por su viaje a Arabia Saudita como embajador turístico de ese país pese a haberlo comunicado con tiempo, y las protestas de varios hinchas en la sede del club, con insultos al argentino incluídos), en estas horas, por fin, el actual capitán del Barcelona, Sergio Busquets, comunicó que ya tiene la decisión tomada sobre su futuro, y que al regreso de los entrenamientos (la Liga se para esta semana por la final de la Copa del Rey, el sábado en Sevilla) se la dirá al entrenador y ex compañero suyo, Xavi Hernández.

Esta decisión de Busquets, sobre si irse a jugar a la MLS o a Arabia Saudita, o de quedarse cobrando muy a la baja en el Barcelona, no es una más, sino que está muy estrechamente ligada a lo que pueda hacer Messi en el futuro próximo. La del rosarino con el volante es una gran amistad y, de hecho, cada vez que vuelve al Barcelona para días de descanso (como ocurrió la semana anterior), suelen ir a cenar con sus esposas, así como con Jordi Alba y Pepe Costa (una especie de secretario privado del todavía crack del PSG) y sus parejas.

Esto también indica que si Busquets ya tiene tomada la decisión sobre sus próximos pasos, es altamente probable que Messi también sepa la suya, o, cuanto menos, parte de la suya. Quienes lo rodean insisten en que lo único que hay, por ahora, son las ganas de regresar a vivir en un lugar en el que fue tan feliz, como Barcelona, donde tiene su casa, familiares, amigos y hábitos que no pudieron ser cambiados por la distancia, toda vez que tanto su esposa, sus hijos o él mismo utilizaron el avión de su propiedad para disfrutar aunque sea horas, o un fin de semana, en la ciudad condal.

Hasta el momento, Messi no ha recibido ninguna oferta formal del Barcelona, como de ningún club europeo, aunque desde algunos medios se insiste con que la entidad catalana le hará llegar una propuesta que consiste en 25 millones de euros anuales brutos (lo que significa 13 millones netos), que es justamente la cuarta parte de lo que cobraba al momento de que fuera echado indirectamente por los mismos que hoy desean fervientemente recuperarlo, hasta el 30 de junio de 2021. Ese contrato podría ser por dos años, si el rosarino aceptara, o se incluyera la fórmula del “uno más uno” (con la posibilidad de romperlo el 30 de junio de 2024).

Lo que el Barcelona no explica (porque no puede hacerlo) es cómo podría concretar esta operación cuando tiene tantos obstáculos por resolver. Si tuvo dificultades para inscribir en la Liga a dos de sus jugadores más queridos por los aficionados como el uruguayo Ronald Araujo y a la joven promesa Gavi, si debe rebajar 200 millones de euros de masa salarial y que luego el órgano de Viabilidad de la Liga le dé el último OK, si tiene que jugar toda la temporada 2023/24 (y varios meses más) en el estadio Olímpico de Montjuic (55.926 espectadores) por obras en el Camp Nou (99.354) y si aún queda saber si finalmente la UEFA va a sancionar o no al club para jugar la próxima Champions League por el Caso Negreira, los nubarrones son demasiados como para que en este momento estén dadas las condiciones para el regreso de Messi.

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