HRW denunció que las dos partes enfrentadas en Sudán han atacado zonas civiles

4 mayo, 2023

La organización Human Rights Watch (HRW) denunció este jueves que las dos partes enfrentadas en el conflicto en Sudán han utilizado repetidamente armas explosivas en zonas urbanas que han causado pérdidas humanas y materiales, y pidió a la ONU que adopte medidas para actuar con el fin de que los responsables rindan cuentas.

“Las unidades armadas beligerantes de Sudán están mostrando un desprecio temerario por la vida de los civiles al utilizar armas imprecisas en zonas urbanas pobladas”, indicó el investigador para Sudán de HRW, Mohamed Osman, en un comunicado.

Señaló que “cohetes, bombas y otros tipos de armas explosivas están matando e hiriendo a civiles, y dañando infraestructuras críticas para el acceso al agua y la atención médica”.

El 15 de abril estallaron combates en la capital, Jartum, entre las Fuerzas Armadas de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) que han provocado al menos 550 muertos y una catástrofe humanitaria al quedar paralizado prácticamente todo el país.

“Muchos civiles de Jartum y otros lugares se han visto obligados a permanecer en sus casas, soportando escasez de agua y electricidad en medio de un calor sofocante, y sin acceso a atención médica. Muchos hospitales y otros centros médicos han tenido que cerrar”, apuntó HRW.

La ONG recordó que ambas fuerzas enfrentadas “tienen un largo historial de graves violaciones del derecho internacional humanitario y derechos humanos. Ambas partes deben respetar las leyes de la guerra, incluida la prohibición de los ataques indiscriminados, tomar todas las medidas posibles para reducir los daños a civiles y permitir la circulación segura de los civiles”.

Osman instó a que los organismos africanos y la ONU presionen “urgentemente” a las fuerzas beligerantes para que respeten el derecho internacional y garanticen el acceso de todos a la ayuda y la atención médica.

“Para evitar que una mala situación empeore, es fundamental que el Consejo de Seguridad bloquee todas las transferencias de armas a Sudán, garantice la presentación de informes sobre los abusos y cree un mecanismo que ayude a llevar ante la justicia a los responsables de delitos graves”, concluyó.

Más de 330.000 personas resultaron desplazadas y otras 100.000 se fueron hacia países vecinos, según la ONU, que calcula habrá una cantidad ocho veces mayor de refugiados.

Los que se quedan sufren carencia de agua, electricidad y alimentos en Jartum, una de las ciudades más cálidas del mundo.

Un alto funcionario de la ONU en Sudán, Abdou Dieng, advirtió esta semana de que la situación se encamina a una “catástrofe en toda regla”.

EFE

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