La Policía aún no responde por trato “preferencial” que recibió Aída Merlano al llegar a Colombia

13 marzo, 2023

Desde su llegada en un avión privado el viernes 10 de marzo, usando zapatos y bolso de diseñador, como si se tratara de una estrella de cine y no de una prófuga de la justicia, a muchas personas les generó inquietud que Aída Merlano Rebolledo recibiera una especie de trato preferencial, pese a ser una convicta por corrupción electoral y haberse fugado de la justicia.

En la madrugada del viernes, a Merlano Rebolledo se le notificó en su sitio de reclusión en Maracay (Venezuela) que sería deportada a Colombia, y fue enviada en un avión privado, custodiada por integrantes de la guardia venezolana que en Bogotá la entregaron a una comisión de la Defensoría del Pueblo y uniformados de la Interpol asignados a la Dijín de la Policía.

Llamó la atención el hecho de que llegara en un avión privado venezolano, puesto que lo común es que este tipo de procedimientos se hagan en vuelos comerciales e incluso, en su momento se comentó que un avión de la Fuerza Aérea Colombiana viajaría a Venezuela para traer a la fugitiva, pero ella terminó llegando a un hangar privado del aeropuerto El Dorado, de Bogotá.

Una vez en suelo colombiano, también fue particular su bienvenida por parte de los agentes de Migración Colombia y de la Policía, quienes la saludaron de mano y hasta le cargaron el lujoso bolso que traía desde el recorrido del jet privado hacia una sala que ya estaba preparada para el recibimiento.

Fotografías difundidas por Migración dejan ver ese caluroso recibimiento en el que, en un comienzo, Merlano ni siquiera estaba esposada, y recibió un apretón de manos de una funcionaria de Migración y de la directora de la Dijín, la general Olga Patricia Salazar Sánchez.

En el sitio de su reseña por parte de las autoridades estaba ambientada una rueda de prensa, y además de las palabras de la general Salazar Sánchez, en un hecho absolutamente atípico se le dio la palabra a la condenada exrepresentante a la Cámara, que sonreía a las cámaras.

Por primera vez, una condenada y prófuga de la justicia dio unas declaraciones ante medios de comunicación antes de ser conducida fuera de El Dorado y rumbo a su lugar de reclusión, que es la cárcel El Buen Pastor, de Bogotá.

Ninguna de estas situaciones ha sido explicada por las autoridades pese a que no es usual que a criminales condenados se les reciba con tanta amabilidad. EL TIEMPO consultó a la Dijín sobre la explicación frente al trato preferencial de Merlano pero no ha habido respuesta.

Por El Tiempo

SuNoticiero

SuNoticiero