Los precios mundiales de los alimentos bajaron ligeramente en febrero por undécimo mes consecutivo, pero el del azúcar alcanzó su nivel más alto en seis años, informó este viernes 3 de marzo la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El índice, que sigue la evolución de los precios internacionales de una cesta de productos básicos, bajó 0,6 por ciento desde su nivel de enero.
Aunque el índice «ha descendido un poco en los últimos meses, la inflación de los precios alimentarios está alcanzando niveles prohibitivos en muchos países», en particular en África, afirmó la FAO. El descenso general de los precios de los aceites vegetales en 3,2 por ciento y de los productos lácteos en 2,7 por ciento compensó la fuerte subida de los precios mundiales del azúcar en febrero, según la organización.
El índice de precios de la carne también se mantuvo casi sin cambios desde enero y el del azúcar aumentó un 6,9 por ciento desde enero hasta su nivel más alto en seis años, debido en gran parte a una revisión a la baja de la previsión de producción de 2022-2023 en India, así como a la reducción de los precios internacionales del petróleo crudo y del etanol en Brasil.
Precios históricos
En su último informe de oferta y demanda de cereales, la FAO publicó su pronóstico preliminar para la producción mundial de trigo en 2023 en el que prevé 784 millones de toneladas, que sería la segunda más alta registrada, aunque por debajo del año anterior. Se esperan fuertes producciones en América del Norte, ya que los agricultores aumentan la superficie cultivada en respuesta a los altos precios de los cereales.
Sobre los altos precios que muestran los alimentos en algunos países, la FAO puso algunos ejemplos. En Ghana en enero fueron un 150 por ciento más altos que el año anterior, y los precios de los cereales alcanzaron máximos históricos en Malawi y Zambia, países del mundo donde este tipo de valores supone poner en riesgo la seguridad alimentaria de millones de personas.